Ciudad de Panamá, 29 ago (VOA) – La administración del Canal de Panamá busca opciones a fin de reducir la espera de los buques comerciales para pasar por la vía interoceánica, después de una sequía que ha reducido de 38 a 32 las embarcaciones que atraviesan el istmo diariamente entre los océanos Atlántico y Pacífico.
“Estamos enviando permanentemente notificación a nuestros clientes para que reserven sus cupos o participen en subastas para que no tengan que esperar en tránsito y que sepan que la capacidad del Canal se ha disminuido entre 6 a 7 barcos diarios”, dijo a la Voz de América Ilya Espino de Marotta, la actual subadministradora del Canal.
El Canal trabaja para ahorrar agua, porque los embalses que abastecen la ruta, tanto Gatún como Alajuela, no han llegado a su máximo nivel por falta de lluvias debido al fenómeno climatológico de El Niño.
El tránsito de las embarcaciones en ambos sentidos del canal se efectúa por esclusas a causa al diferencial de altura del nivel del mar, que es de casi un metro, entre los océanos Pacífico y Atlántico.
Y aunque la vía sigue operativa, ha bajado el calado permitido a los barcos a 13,4 metros, o 44 pies, lo que supone menos carga.
En la actualidad solo pueden transitar 32 buques diariamente, cuando habitualmente lo hacían 38.
“Estamos viendo otras estrategias para poder garantizar durante el verano, cuando deja de llover, menos de lo que está lloviendo ahora (…) igualmente estamos tratando de minimizar las colas y los días de espera”, adelantó la funcionaria.
El impacto económico que supone estos atrasos queda cifrado en lo que dejarían de aportar los principales usuarios de la vía marítima, como son Estados Unidos, China, Japón y Chile, éste último por la región sudamericana. Esta es una de las principales rutas que une Asia con el este de Estados Unidos.
Según cifras oficiales, obtenidas del grupo Refinitiv Eikon, hasta la semana pasada había 125 buques con y sin reserva a la espera de pasar, frente a los más de 160 de hace unas dos semana atrás, señaló Reuters.
“Debemos recordar que en pandemia los fletes se dispararon casi en un 70 %, o sea que estaba costando todo 70 % más. Esos fletes se habían venido ajustando a lo que habíamos vivido en prepandemia”, dijo a la VOA el economista Carlos Arauz, quien vaticina que “un componente de precio de algo particular puede verse afectado entre un 12 y un 18 %”.