Nueva York, 28 feb (elmundo.cr) – Las mujeres, las niñas y miembros de la comunidad LGBTI defensoras de los derechos humanos están enfrentando una mayor represión y violencia en todo el mundo. Los Estados deben respetar y proteger labor sin discriminación, ha asegurado un experto de la ONU.
“En el clima político actual, en el que hay una reacción violenta contra los derechos humanos, las mujeres que defienden y promueven los derechos son a menudo las primeras en ser atacadas”, expresó este jueves el relator especial sobre la situación de los defensores durante su informe anual al Consejo de Derechos Humanos.
El informe muestra cómo el aumento en el discurso misógino, sexista y homofóbico de los líderes políticos en los últimos años ha normalizado la violencia contra las mujeres defensoras de los derechos humanos. En algunos casos, quienes actúan en nombre de los Estados han participado en ataques directos contra las defensoras y sus familias.
“En muchos países, las mujeres que se atreven a defender los derechos humanos son estigmatizadas y llamadas malas madres, terroristas o brujas. Son silenciadas y marginadas de la toma de decisiones e incluso pueden ser asesinadas”, expresó Michel Forst.
Para el relator es especialmente preocupante que la hostilidad que enfrentan no sólo provenga de las autoridades estatales, sino también de los medios de comunicación, los movimientos sociales, sus propias comunidades e incluso su familia.
“La vergüenza pública, los ataques contra el honor de las mujeres y su reputación, el ‘doxing’ o la publicación de sus datos personales en internet, la violencia sexual y los ataques contra sus hijos y seres queridos, se utilizan para silenciar a las defensoras de los derechos humanos”, agregó.
El informe señala que las mujeres enfrentan los mismos riesgos que los hombres que defienden los derechos, pero aclara que las defensoras enfrentan amenazas adicionales y diferentes que están relacionadas con estereotipos de género arraigados y las percepciones sociales de las mujeres.
“Hemos documentado cómo los obstáculos y riesgos que enfrentan las defensoras de derechos humanos están moldeados por su género. Las mujeres son atacadas por promover y proteger los derechos humanos simplemente por su identidad como mujeres y por lo que hacen”, dijo Forst.
La investigación también da la señal de alarma sobre el número creciente de Estados que han restringido el espacio de la sociedad civil, imponiendo requisitos legales y administrativos que restringen los derechos a la libertad de opinión, expresión, asociación y reunión pacífica.
En algunos países, las defensoras han sido atacadas por promover los derechos humanos de las mujeres, incluido el derecho a la igualdad y a la salud sexual y reproductiva.
Forst también expresó su seria preocupación por el uso cada vez mayor del concepto de “ideología de género” que, en diversas partes del mundo, especialmente en América Latina y Europa del Este, se presenta como un intento de feministas y defensores de los derechos LGBT para desestabilizar el orden social y político.
“No hay atajos para revertir esta deplorable situación. Debemos desmantelar los estereotipos de género nocivos y reimaginar radicalmente las construcciones sociales de género para evitar la dominación y la marginación de las mujeres”, subrayó Forst.
El informe contiene recomendaciones y ejemplos de buenas prácticas para apoyar la construcción de movimientos diversos, inclusivos y fuertes de mujeres defensoras de los derechos humanos.
“Los estados y las organizaciones internacionales deben reconocer los desafíos y riesgos específicos que enfrentan las defensoras y deben garantizar que sean reconocidas, apoyadas y capacitadas para participar de manera igualitaria, significativa y poderosa en la promoción y protección de los derechos humanos”, concluyó el relator especial.