Berlín, 11 dic (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, solicitó hoy al Bundestag (Parlamento) un voto de confianza que tendrá lugar el próximo lunes, y que muy probablemente derivará en la convocatoria de elecciones generales anticipadas el 23 de febrero.
Tres años después de su toma de posesión, Scholz presentó la cuestión de confianza a la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas, según supo dpa de fuentes gubernamentales.
Tras la ruptura de la coalición tripartita entre socialdemócratas, verdes y liberales, se considera seguro que Scholz no obtendrá la mayoría. En ese caso, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, dispone de 21 días para disolver el Bundestag a petición del canciller y fijar una nueva fecha para las elecciones.
Es prácticamente imposible que Steinmeier se niegue a disolver el Parlamento y además el dirigente ya ha hecho saber que considera que el 23 de febrero es una fecha realista. “Nuestro país necesita mayorías estables y un gobierno capaz de actuar”, declaró.
Este ya no es el caso desde la expulsión el pasado 6 de noviembre del ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, y el consiguiente fin de la coalición. Desde entonces, Scholz dirige un Gobierno en minoría apoyado Los Verdes, que ya no tiene mayoría en el Bundestag y, por tanto, no puede sacar ningún proyecto adelante sin el apoyo de la oposición.
¿Cómo se votará el lunes?
Scholz explicará el lunes a los diputados las razones de por qué deberían darle su voto de confianza. A continuación habrá un debate de unos 90 minutos y se votará nominalmente, es decir que el voto de cada diputado se publicará con un ligero retraso y que nadie podrá pronunciarse anónimamente a favor o en contra del canciller.
Es casi seguro que Scholz fracasará en obtener la confianza, aunque existe un factor de incertidumbre. El Bundestag tiene 733 diputados y para obtenerla tendría que recibir 367 votos, la mayoría absoluta de todos los diputados, también conocida como “mayoría del canciller”.
El grupo parlamentario del SPD, con sus 207 diputados, lo apoyará, pero Los Verdes, el socio menor en el Gobierno, aún no ha tomado una decisión.
El motivo de que duden entre apoyar a Scholz o abstenerse es el voto de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Si el SPD y Los Verdes votaran unánimemente a favor de Scholz, sumarían 324 votos, solo 43 menos que la mayoría del canciller. AfD cuenta con 76 diputados y, en teoría, podría ayudar a Scholz a alcanzar la mayoría.
Aunque esto suena irracional, porque el partido en realidad quiere deshacerse del Gobierno, Jürgen Pohl, diputado de la AfD, ya ha anunciado que quiere votar a favor de Scholz porque lo considera el “mal menor” en comparación con el candidato opositor de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) a canciller, Friedrich Merz. Por tanto, es muy posible que Los Verdes vayan a lo seguro y acuerden con el SPD la abstención.
¿Y si Scholz pierde?
Entonces propondrá al presidente Steinmeier la disolución del Bundestag, para lo que dispone de tres semanas, es decir, hasta el 6 de enero. Si Steinmeier decide a favor, las nuevas elecciones deberán celebrarse en un plazo de 60 días. El SPD, Los Verdes y la CDU/CSU, como mayor grupo parlamentario, han acordado el 23 de febrero como fecha de los comicios.
El Bundestag seguirá existiendo con todos sus derechos y deberes hasta que se reúna el nuevo Parlamento, por lo que puede volver a reunirse en cualquier momento, seguir aprobando leyes y sus órganos, como las comisiones de investigación, seguirán existiendo hasta el final de la legislatura.
El Gobierno Federal también sigue en funciones, en pleno y no solo a título ejecutivo. Según el artículo 69 de la Ley Fundamental (Constitución), el cargo del canciller y sus ministros únicamente termina cuando se constituye el nuevo Bundestag.
Si una vez cumplido el plazo para ello aún no se ha formado un nuevo Gobierno, el presidente puede pedir al canciller que continúe dirigiendo los asuntos hasta que se haya nombrado a su sucesor y éste está obligado a hacerlo, al igual que sus ministros.