Scholz ataca a la oposición y apoya protestas contra la ultraderecha

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El líder de la bancada conservadora de la CDU en el Parlamento, Friedrich Merz, habla desde la tribuna durante el debate general sobre el presupuesto 2024. Desde su asiento escucha el discurso el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz. Foto: Kay Nietfeld/dpa

Por Jörg Blank y Sascha Meyer (dpa)

El canciller alemán, Olaf Scholz, defendió hoy el rumbo de su coalición tripartita de Gobierno, atacó a la oposición conservadora y apoyó las manifestaciones en contra de la ultraderecha que se llevan a cabo desde hace semanas en Alemania.

En un debate general en el Parlamento sobre el presupuesto para 2024, el político del Partido Socialdemócrata (SPD) dijo que el Gobierno está trabajando en todo lo que se había dejado de hacer en Alemania. “Y se han dejado muchas cosas sin hacer”, sentenció.

Scholz criticó a la oposición de las conservadoras Unión Demócrata Cristiana y Unión Cristiano Social (CDU/CSU) y a su líder parlamentario, Friedrich Merz.

“¿Qué tiene que ver realmente su programa político con el futuro de Alemania? Nada, esa es la respuesta”, dijo Scholz.

“¿Cómo pueden querer jugarse el futuro de Alemania de la forma en que lo están haciendo? Experiencia económica: cero. Esa es la verdad. No hay perspectivas para Alemania. Ninguna perspectiva industrial. Ni perspectivas de empleo”, añadió.

Refiriéndose a los anteriores gobiernos dirigidos por la CDU, el canciller dijo que no se habían ampliado las redes eléctricas en Alemania ni se había avanzado en la expansión de las energías renovables, que no se había invertido en la industria siderúrgica, en la de semiconductores, ni en fábricas de baterías.

Todas estas cosas sí están ocurriendo ahora en el país, afirmó sobre la actual coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales (FDP), en el cargo desde diciembre de 2021.

Merz, crítico habitual del gobierno de Scholz, respondió al canciller alegando que la frustración por su incapacidad para resolver los problemas del país es en parte responsable del creciente apoyo a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

El dirigente también rechazó los repetidos llamamientos de Scholz a la cooperación, porque su experiencia de los dos últimos años es que la coalición no está verdaderamente interesada en una cooperación real, dijo.

El dirigente conservador volvió a descartar un acuerdo para suavizar el freno de la deuda, es decir los límites máximos de endeudamiento que tiene el Gobierno y que fueron anclados en la Ley Fundamental (Constitución) durante el anterior Ejecutivo conservador de Angela Merkel. “No se puede contar con eso”, dijo.

En dirección a AfD, el líder del grupo parlamentario conservador afirmó: “La xenofobia, el antisemitismo y el nacionalismo van de la mano con ustedes, al igual que los estrechos vínculos con Rusia y un arraigado complejo antiestadounidense”.

“Basta ya. Ustedes no son la ‘Alternativa para Alemania’, ustedes serían la ruina final para Alemania, y no solo económicamente, sino sobre todo moralmente”, sentenció.

En su intervención, la presidenta de AfD, Alice Weidel, no ahorró críticas y acusó al Gobierno de “dejar una estela de devastación” a través de Alemania. “Alemania arde. Y el pirómano es el Gobierno de ideólogos inadaptados, sobrepasados y obstinados”, dijo. Y agregó: “Este Gobierno odia a Alemania”.

Sus palabras fueron censuradas por varios de los diputados e incluso el jefe del grupo de la conservadora CSU, Alexander Dobrindt, señaló: “Este Gobierno gobierna mal, pero no odia a este país”.

Tanto Merz como Scholz dieron su apoyo a las manifestaciones de condena a una reunión celebrada en noviembre a la que acudieron miembros de AfD y representantes de la derecha más radical como el supremacista austriaco Martin Sellner.

“Cuando se celebran conferencias en residencias campestres para debatir cómo expulsar a una parte de la población de este país -‘remigración’ como palabra clave-, esto recuerda a los tiempos más oscuros de la historia alemana”, declaró Scholz ante los diputados del Bundestag (Cámara baja).

Muchas personas con raíces extranjeras en Alemania temen ahora tener que marcharse, añadió, por lo que necesitan el apoyo de los ciudadanos.

Según el medio de periodismo de investigación Correctiv, Sellner nombró tres grupos objetivo para la “remigración”: solicitantes de asilo, extranjeros con derecho de residencia temporal y “ciudadanos no asimilados”.

En uno de los pocos puntos en común, Scholz dijo a Merz que los partidos políticos deben permanecer unidos frente a las amenazas de los radicales. “En Alemania tenemos una tarea ante nuestra historia. Como demócratas, tenemos que demostrar que frenaremos esta tendencia, y lo haremos juntos”, subrayó.