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RSF: Autoritarismo y agresiones a la prensa siguen golpeando la libertad de prensa en la región

Redacción, 21 abr (VOA) – La edición 2020 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF) señala a países de la región como Venezuela, Nicaragua y Cuba, entre los de peores desempeños en la región.

El texto también apunta a la situación en países como Estados Unidos y Brasil. En general, afirma que la pandemia mundial por la COVID-19 “resalta y amplifica las múltiples crisis que amenazan al derecho a una información libre, independiente, plural y fidedigna”.

Según Christophe Deloire, secretario general de RSF, “la pandemia del coronavirus muestra factores negativos para el respeto del derecho a una información confiable; esta es, en sí misma, un factor multiplicador”.

La clasificación, que evalúa cada año la situación del periodismo en 180 países y territorios, señala que la situación humanitaria se suma a cinco tipos de crisis más que afectan al futuro del periodismo: geopolítica, tecnológica, democrática, de confianza y económica.

Y, por ello, añade, los próximos diez años serán sin duda “una década decisiva” para la libertad de prensa.

Deloire dice que “los gobiernos autoritarios ven en la crisis sanitaria la oportunidad de aplicar la famosa ‘doctrina del shock’: aprovechar la interrupción de la vida política, la consternación de la población y el debilitamiento de los movimientos sociales, para imponer medidas que sería imposible adoptar en condiciones normales”.

Por ejemplo, dice la clasificación, en China (que ocupa el lugar 177) e Irán (177), y donde se originó la pandemia, se establecieron dispositivos de censura masivos. O, en Irak (162), donde el gobierno suspendió la licencia de trabajo de la agencia de noticias Reuters durante tres meses.

Una región deteriorada

El informe señala que, a pesar de que “Estados Unidos y Brasil, los dos pesos pesados de la región, se han convertido en dos verdaderos antimodelos”. América del Norte y América del Sur se mantiene en la región con la segunda mejor calsificación, después de Europa.

La libertad de prensa en América Latina “muestra un deterioro generalizado” con dos notables excepciones: Costa-Rica, que asciende tres posiciones y ahora se sitúa en el séptimo lugar, y Uruguay, que conserva el 19.

Brasil es el país que más ha caído en la clasificación, descendiendo dos puestos; ahora ocupa la posición 107.

“Un descenso que continuará mientras Bolsonaro, su familia y los miembros de su gobierno sigan insultando y humillando a algunos de los periodistas y medios de comunicación más importantes del país, fomentando un clima de odio y desconfianza hacia la prensa”, señala un análisis de RSF.

Venezuela (147) remonta un lugar, “aunque esto se debe a otros movimientos en la clasificación, no a una mejora. El autoritarismo del presidente, Nicolás Maduro, no cede y la represión del gobierno contra la prensa independiente se ha vuelto cotidiana y multifacética”, agrega la organización.

Nicaragua vive una situación similar “asfixiada por la feroz represión del gobierno del presidente Daniel Ortega”. En 2019, dice RSF, aumentaron las detenciones arbitrarias, al igual que el exilio de periodistas.

Cuba (170), por su parte, descendió dos lugares. “El régimen cubano, ahora dirigido por Miguel Díaz-Canel, sigue monopolizando casi toda la información”.

Las protestas que han sucumbido la región y la cobertura de las mismas han expuesto a los periodistas; como ejemplo, está Haití, país que descendió 21 lugares, y donde los periodistas se han visto expuestos a agresiones en las coberturas. Así como en Ecuador, Chile y Bolivia.

México sigue siendo el país más peligroso del continente para la prensa. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, dice la organización, “no ha logrado frenar la espiral de violencia contra los periodistas ni poner fin a la impunidad en que permanecen los crímenes cometidos contra ellos”.

En este país, agrega, y –como sucede con sus vecinos centroamericanos– “persiste la colusión de políticos corruptos y autoridades (sobre todo locales) con el crimen organizado, que va más allá del ámbito político, lo que amenaza gravemente la seguridad de los actores de la información”.

En Guatemala (116) y Honduras (148), los periodistas de los medios de comunicación que se atreven a denunciar los actos de corrupción padecen agresiones, amenazas de muerte, e incluso pueden ser asesinatos. Lo mismo se observa en Colombia (130), que de nuevo desciende un lugar.

“Mientras la prensa de la región no cuente con instituciones democráticas sólidas que garanticen la seguridad de los periodistas y apoyen el desarrollo de los medios de comunicación, estos se verán obligados a reinventarse, a encontrar nuevas soluciones y alternativas”, dice la organización.

Este año, la región que experimentó un mayor deterioro fue la de Asia-Pacífico. Australia (26) descendió en la clasificación cinco puestos, debido a que “el secreto de las fuentes y el periodismo de investigación están en peligro en este país”.

La región de Europa del Este-Asia Central conserva, como cada año, el penúltimo lugar, mientras que Oriente Medio-África del Norte sigue siendo la región más peligrosa para ejercer la profesión del periodismo.

Clasificación general

Dentro de los países más avanzados en el tema de libertad de prensa la región, se encuentran Jamaica, que ocupa el sexto lugar, Costa Rica (7) y Uruguay (19).

Cuba es el peor ubicado de la región (171), seguido por Venezuela, que está en la posición 147, y México (143).

Los países de Centroamérica no ocupan una buena posición. Guatemala está en la posición 116, mientras que Nicaragua está en la 117 y Honduras, en la 148.

Estados Unidos ocupa la posición número 45. Según RSF, es urgente que este país “vuelva a ser una referencia en materia de libertad de prensa, tanto hacia el interior como fuera de sus fronteras, para que se posicione de nuevo como una democracia de primera fila”.

“La situación de la libertad de prensa en Estados Unidos sigue deteriorándose bajo la presidencia de Donald Trump”, agrega.

La organización indica que en este país los periodistas siguen sufriendo “amenazas, hostigamiento y descrédito”.

Según la clasificación, Noruega conserva en 2020 y por cuarto año consecutivo, el primer lugar; Finlandia, por su parte, se mantiene segunda.

Debido al aumento de los casos de acoso a periodistas en internet Suecia (4º, -1) y los Países Bajos (5º, -1) sufrieron un descenso y Dinamarca ocupa ahora el tercer lugar.

Corea del Norte (180º, -1) desciende a la última posición, ocupando el lugar de Turkmenistán, mientras que Eritrea (178º) sigue siendo el país peor calificado del continente africano.

El índice global, que evalúa la situación a escala mundial, experimenta una ligera mejora (-0,9%), pero esta tiene lugar en un contexto de deterioro general: el cómputo global ha empeorado un 12% respecto a 2013, año en que se creó este parámetro. El porcentaje de países ubicados en la zona en blanco, que indica que la situación de la libertad de prensa es “buena”, sigue siendo igual (8%), mientras que la zona en negro, que señala que “la situación es crítica”, aumentó 2 puntos y pasó al 13%.

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