Por Simon Kremer (dpa)
Magdeburgo (Alemania), 8 nov (dpa) – Con el creciente número de coches eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas, la cuestión de cómo eliminar y reciclar baterías o sistemas solares se vuelve cada vez más candente en Alemania.
A pesar de las capacidades de reciclaje existentes, la Agencia de Medio Ambiente alemana considera necesario ampliarlas para poder estar en condiciones de reutilizar los volúmenes de residuos previstos.
El reciclaje y la expansión de la economía circular, indica, son un factor clave para alcanzar los objetivos climáticos. Y Alemania se encuentra en una posición relativamente buena en comparación con el resto de Europa.
Según el Atlas de Baterías de la Universidad RWTH de Aquisgrán, la capacidad de reciclaje de baterías en Alemania en mayo de este año era de casi 115.000 toneladas. Esto sitúa a Alemania muy por delante de otros países, como el Reino Unido, con algo menos de 29.000 toneladas de capacidad.
Sin embargo, la capacidad dista mucho de estar plenamente utilizada. En Europa, el año pasado se reciclaron o reprocesaron unas 17.000 toneladas de baterías de coches eléctricos, según los investigadores de la RWTH de Aquisgrán. En los próximos seis años, sin embargo, este potencial aumentará significativamente hasta unas 290.000 toneladas.
“El mercado crece”, afirma Lukas Brandl, uno de los directores generales de BLC. La empresa, que cuenta con el respaldo de Rhenus y TSR Automotive, inauguró en verano en Magdeburgo una nueva planta totalmente automatizada que puede procesar hasta 15.000 toneladas de baterías.
También cerca de Magdeburgo, la empresa canadiense Li-Cycle abrió el año pasado una de las mayores plantas de reciclaje de baterías de iones de litio de Europa. Aquí podrán procesarse hasta 30.000 toneladas.
Mercedes asimismo inauguró hace unas semanas su propia planta de reciclaje en Kuppenheim (Baden-Wurtemberg), con una capacidad de 2.500 toneladas.
“Los primeros coches eléctricos llevan 12 años circulando y el 96 % de ellos sigue funcionando”, manifiesta Brandl, de BLC, en Magdeburgo. “La industria se prepara actualmente para recuperar los volúmenes del mercado”, anota.
Uno de los principales retos, dice, es la variedad de tipos de baterías, ya que cada fabricante tiene su propio concepto. En algunos casos, puntualiza, los fabricantes de vehículos tienen hasta 50 tipos de baterías diferentes en su cartera.
La Agencia Federal de Medio Ambiente estima que las capacidades en Alemania son actualmente suficientes y lo seguirán siendo en un futuro próximo. La eficacia de las instalaciones para baterías usadas que contienen litio también es buena.
La UE estableció recientemente requisitos para el reciclaje de baterías y estipuló que, por ejemplo, debe recuperarse como cantidad mínima un 50 % de litio y un 80 % de cobalto, cobre, plomo y níquel. Esto podría reducir aún más la extracción y el uso de materias primas. La UE considera al litio en particular una materia prima crítica.
Sin embargo, no solo las baterías de los coches eléctricos desempeñan un papel en este ámbito, sino también los sistemas fotovoltaicos en desuso e incluso las palas de los rotores de las centrales eólicas.
La importancia de reciclar estos sistemas de energía renovable también se destaca en el actual proyecto de estrategia nacional de economía circular del Ministerio de Medio Ambiente alemán.
Según se indica, la economía circular es clave para alcanzar los objetivos de la política climática y medioambiental. Al mismo tiempo, abre grandes oportunidades de crecimiento y competitividad.
Por último, según el borrador, para alcanzar los objetivos climáticos fijados también es necesaria una expansión masiva de las energías renovables. Esto va acompañado, apunta, de una importante demanda de materias primas.
Las oportunidades económicas que cada vez aprovechan más empresas en Alemania se reflejan también en el borrador de la estrategia nacional de economía circular.
Según el informe, del que entre otros es coautora la Agencia Federal de Medio Ambiente, están surgiendo nuevas áreas de negocios y se están creando además puestos de trabajo seguros en el futuro.
Pero también hay problemas, admite Lukas Brand, director general de la empresa de reciclaje de baterías BLC. “Veo el peligro de que si solo hablamos de reciclaje, se dejen de lado otros aspectos como la reparación o la reutilización”. Sin embargo, la reutilización también forma parte de una estrategia de economía circular que funciona, aclara Brand.