Productores de leche alemanes apuestan cada vez más a automatización

Una pantalla de un sistema automatizado de ordeño para vacas. Foto: Guido Kirchner/dpa

Por Wolf von Dewitz (dpa)

Ahaus (Alemania), 6 sep (dpa) – La proporción de productores de leche en Alemania que apuesta a sistemas automatizados para ordeñar a sus animales creció de forma continua en los últimos años, de acuerdo con la Asociación de Agricultores de Alemania.

Según una encuesta llevada a cabo entre cerca de una cuarta parte de los productores de leche alemanes, el 17 por ciento de estas empresas declaró trabajar con robots de ordeño. “Partimos de la base de que el número de sistemas de ordeño automatizados en las granjas seguirá aumentando”, señaló el vicesecretario general de la asociación, Udo Hemmerling.

Para los proveedores de robots, se trata de un negocio en expansión. Entre ellos se encuentran la empresa Gea, de la ciudad alemana de Düsseldorf, Lely (Países Bajos), Fullwood (Reino Unido) y DeLaval (Suecia).

La asociación que agrupa a los fabricantes de maquinaria en Alemania, la VDMA, informó que el número de sistemas de ordeño automatizados vendidos en Alemania en 2022 aumentó en más de la mitad en comparación con el año anterior, aunque no dio una cifra concreta.

¿Cuáles son las causas de esta tendencia? “Tuve que elegir entre crecer o ceder, es decir, crecer o renunciar”, explica el ganadero Henning Lefert desde su granja productora de leche en Ahaus, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, cuando se le pregunta por qué se pasó en 2018 al sistema de ordeño automático.

En ese entonces, el joven de ahora 32 años dirigía junto a su padre una granja con 40 vacas. “Ordeñábamos a las cinco de la mañana y a las cinco de la tarde… todos los días”, recuerda.

Pero eso no iba a durar para siempre, en parte porque su padre quería ir reduciendo las horas que le dedicaba al trabajo en su vejez. Fue entonces que el joven decidió comprar dos robots, para lo cual pidió un préstamo, y aumentó su cantidad de vacas a 120.

Este desarrollo es típico: cuando las explotaciones lecheras se pasan a los robots, aumentan su cantidad de animales, ya que necesitan más volumen de negocio para que la costosa tecnología merezca la pena. Los robots de ordeño no son rentables en las explotaciones pequeñas. Por eso, unas 100 vacas son consideradas la cantidad mínima para su uso.

Peter Lauwers, del fabricante de maquinaria Gea, considera que la escasez de mano de obra cualificada impulsa la automatización. A los agricultores les resulta cada vez más difícil encontrar personal por lo que tienen que realizar ellos mismos este trabajo agotador en gran medida.

“La digitalización ayuda a las explotaciones a reducir la carga física y a seguir siendo competitivas”, afirma el directivo. Gea también vende tecnología convencional. Sin embargo, el 90 por ciento de los puestos de ordeño que vende en Alemania son versiones automatizadas.

La mayor productividad y la menor presión laboral se notan en la explotación del agricultor Lefert. “Mi padre y yo solíamos trabajar aquí a jornada completa”, dice. “Hoy tenemos el triple de vacas y lo hago casi todo yo solo. Mi padre solo ayuda de vez en cuando”, asegura.

Para él, el trabajo cambió: ahora tiene más que ver con la tecnología y el análisis de datos y menos con el trabajo práctico con las vacas. Dice que una de las cosas buenas es que ya no tiene que levantarse tan temprano como antes. “Después de una noche de larga sobremesa, incluso puedo despertarme a las seis”, cuenta. Afirma que su padre se fue de vacaciones de nuevo después de décadas.

“Los robots les permiten a los dueños de las granjas tener una vida más cómoda”, asegura Andreas Beck de la empresa DeLaval.

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