Nueva York, 7 feb (VOA) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calificó como mediocre la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe, dos años después de iniciada la pandemia.
En esta última entrega, el informe de la OIT sobre el Panorama Laboral de América Latina y el Caribe, registra “la peor crisis del empleo” desde 1994, año en que la organización comenzó a hacer este informe.
Los resultados del mercado laboral fueron calificados como “insuficientes y mediocres”, según explicó Vinicious Pinheiro, presidente de la OIT América Latina y el Caribe, a la Voz de América.
La recuperación económica registrada en 2021, que fue superior al 6%, no fue suficiente para recuperar los empleos perdidos. De los 49 millones de puestos de trabajo que se habían perdido, aún faltan millones por recuperar.
“La verdad es que la pandemia ha dejado para atrás a 4,5 millones de personas que todavía no han regresado a sus empleos”, señala el presidente de la OIT.
Al comenzar 2022, la OIT estima que en total hay unas 28 millones de personas que buscan ocupación sin encontrarla. También señala que “la tasa promedio de desocupación regional a fines de 2021 ha sido estimada en 9,6%, lo que representa una mejoría desde el 10,6% que alcanzó en 2020, pero un retroceso frente al 8% que se registró para el año 2019”.
La organización considera que la situación es preocupante, puesto que la región está lejos de regresar a la situación pre-covid, que tampoco era boyante, algo que corrobora la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, al ver lo lento de la recuperación.
“Un 30% de los empleos perdidos en 2020 no se recuperaron en 2021. Asimismo, la lenta recuperación del empleo ha acentuado la desigualdad entre hombres y mujeres. En general, se observa que las mujeres retornan en menor medida al mercado laboral y presentan mayores dificultades para encontrar empleo, lo que ha profundizado las brechas de género en el mercado laboral regional”, dice un reciente informe de la CEPAL.
Según explicó Pinheiro a la VOA, a la región le cuesta salir adelante porque existen poblaciones a las que les cuesta confinarse porque no tienen las condiciones para hacerlo o porque tienen que sobrevivir de alguna manera, generalmente en la informalidad. Y, además, porque existe “mucha informalidad y poca protección social”.
Uno de cada dos empleados en la región se encuentran en la informalidad, lo que dificulta acceso a ayudas que ya son limitadas.
“Solamente seis países en la región tienen un sistema de seguro de desempleo. El seguro de desempleo ha sido una de las estrategias más utilizadas en todo el mundo para combatir la pandemia, entonces no tenían protección social o esquemas amplios”, afirma el presidente de la OIT.
Mujeres y jóvenes
El informe también señala que la tasa de desocupación se mantiene elevada en 12,4% desde 2020, en el caso de las mujeres. Es decir, no hay mejoría en cuanto a la desigualdad de género se refiere.
En cuanto al trabajo juvenil, dice que antes de la pandemia, la desocupación juvenil rondaba el 18% y ya era considerada demasiado elevada. Actualmente, superó el límite de 20% y aún no baja, en un nivel de 21,4%, “un nivel sin precedentes”.
El crecimiento económico para este año, según la OIT, es solo del 2%, lo que ve como un indicio claro de que a la región le costará más tiempo salir de la crisis por COVID-19 que a naciones en otras partes del mundo.