Nueva York, 8 jun (VOA) – La actividad económica regresa este lunes a la ciudad de Nueva York, después de 78 días de confinamientos y estrictas medidas contra la expansión del coronavirus y en medio de las manifestaciones por la muerte de George Floyd, cuyos brotes de violencia causaron destrozos en vecindarios y comercios.
Se trata de una reapertura escalonada, en que sectores como manufacturas, la construcción, la agricultura y la pesca volverán a operar, y también mayoristas no esenciales y algunas tiendas minoristas con servicio de entrega en la puerta.
La ciudad, que ha sufrido más de 200.000 casos de COVID-19 y más de 21.000 muertes llegó a ser el epicentro de la epidemia en Estados Unidos, y abrumó a los hospitales. Recientemente, la pandemia ha ido amainando y solo 324 casos permanecen en las salas de emergencia, según el alcalde Bill de Blasio.
El gobernador Andrew Cuomo confirmó el domingo que la ciudad cumple con todos los indicadores de salud requeridos y que reabriría este lunes.
Según el periódico The New York Times, los más de 1.000 casos detectados en la ciudad en la última semana no son nada comparados con las cifras de abril, pero representan la posibilidad de nuevos brotes y las elecciones de los próximos meses determinarán el progreso de la ciudad.
“En comparación con donde estuvimos, esto es un gran alivio”, dijo Cuomo.
Todo funcionará con numerosas medidas preventivas, entre ellas la distancia social como sea posible, usar mascarillas y con una estrecha vigilancia de la salud de los empleados.
Se espera que unas 400.000 personas regresen a sus trabajos en Nueva York y unos 16.000 comercios reanudarán sus activades, pero con grandes medidas de precaución para evitar un repunte de la enfermedad.
No obstante, los trenes subterráneos y el transporte público volverán a recibir a miles de pasajeros y las vacías calles de la Gran Manzana verán de nuevo a los transeúntes que las han hecho tan famosas.
Se ha recomendado a las personas que eviten los vagones y los autobuses más repletos y la autoridad del tránsito entregará máscaras a quienes no las tengan, aunque se espera que esta sea una tarea bastante compleja.
También se ha sugerido revisiones de síntomas en los edificios de oficinas y limitar la capacidad de los elevadores al 50 por ciento.
Por otra parte, la reapertura se ha visto complicada por las amplias protestas para exigir justicia social de la semana pasada, que han forzado a los funcionarios y a los propietarios de negocios a reajustar sus planes.
Cientos de comercios fueron saqueados por personas que aprovecharon las protestas para promover el caos y muchos propietarios tuvieron que cubrir sus vidrieras con maderas para proteger sus negocios.
Tras las penas y los dolores, la Gran Manzana se empeña en recuperar su condición de “Capital del Mundo” y los neoyorquinos se aferran este lunes a esa oportunidad.