Managua, 20 jul (VOA) – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, apareció en público el domingo junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ambos usando mascarillas, en un inusual acto en Managua en el que celebraron el 41 aniversario de la revolución sandinista sin movilizar, como ha sido habitual otros años, a cientos de simpatizantes.
La celebración llega poco después de las sanciones anunciadas el viernes por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a dos individuos y dos empresas nicaragüenses, entre ellos el hijo de Ortega, señalados por supuesto lavado de dinero y por difundir propaganda a favor del gobierno sandinista.
La pareja presidencial, criticada al inicio de la pandemia por minimizar su impacto y hasta por prohibir a empleados de salud usar mascarillas para no “crear temor en la población”, se rodeó esta vez de un equipo pequeño de colaboradores y cumplió con estrictas medidas sanitarias por la COVID-19.
Durante su aparición el domingo, Ortega no se refirió directamente a las sanciones impuestas hasta ahora por el Tesoro de Estados Unidos a más de 20 personas de su círculo cercano, incluyendo su esposa e hijos. Su hijo Juan Carlos Ortega Murillo, cuya sanción se conoció el viernes, estuvo presente en el acto del domingo.
“Hoy estamos conmemorando este 41 aniversario de la revolución sandinista bajo una serie de medidas para proteger la vida. Frente a una epidemia que ha sorprendido a los países más desarrollados”, dijo Ortega en su discurso, en su primera aparición en 38 días.
Ortega dedicó gran parte de su intervención a exaltar el modelo de salud del país durante su gestión de más de 10 años y criticó a Estados Unidos y Europa por tener sistemas de “capitalismo salvaje”.
“A diario mueren miles y miles por el hambre y el capitalismo salvaje que estaba bien instalado en el mundo, hasta que vino la epidemia (COVID-19) y los sacudió. El capitalismo salvaje con todas sus riquezas no ha podido proteger a sus ciudadanos porque no tenía instrumentos para atender la emergencia”, dijo Ortega.
“Europa y Estados Unidos de América, esa gran potencia que gasta miles de miles de millones en la guerra. ¡Cuántos norteamericanos murieron por falta de atención médica! Eso lo que pone al descubierto es el fracaso de capitalismo”.
En el discurso, que duró más de una hora, el presidente presentó una extensa lista de lo que catalogó como avances en temas de salud realizados por su gobierno desde que regresó al poder en el año 2007, entre ellos la integración de nuevas tecnologías para la atención médica del país, cifras de construcción de clínicas móviles, hospitales, casas maternas y nuevos proyecto.
También habló del polémico tema del retorno de nicaragüenses que han quedado varados en el exterior. “No pueden entrar de manera desordenada a contagiar a las familias, eso no es correcto, por eso es importante verificar que vengan con su certificado”, dijo, sin especificar a qué certificado se refiere.
“Nos interesa que otros nicaragüenses regresen a Nicaragua, pero de manera ordenada. Nosotros abrimos las puertas pero con las medidas que se deben tomar”, añadió.
Críticas al discurso de Ortega
Consultado por la Voz de América, el exministro de Salud Lombardo Martínez dijo que el discurso de Ortega no se corresponde con la realidad que vive el país.
“Realmente el presidente además de su lenguaje retórico, vive en un mundo de ficción, un mundo totalmente desarticulado de la realidad, mientras hay en este país quizás unas dos mil familias que lloran sus muertos, que viven en un momento de profundo sufrimiento por la tragedia que estamos viviendo viene este señor a proclamar un mundo que solo existe en su imaginación en su fantasía”, expresó Martínez.
El epidemiólogo Álvaro Ramírez valoró el hecho de que todos los asistentes estaban protegidos con tapabocas durante el evento: “Usar una mascarilla a estas alturas del campeonato después de cinco meses de gente muriendo en Nicaragua, es una admisión completa del error epidemiológico que han tenido en el abordaje de la epidemia, se han equivocado completamente desde el principio y ahora que se dio cuenta que este epidemia es real”.
“El coronavirus le ganó la batalla a Ortega”
El general de brigada en retiro del FSLN, Hugo Torres, dijo a la Voz de América que el discurso de Ortega evidenció grandes debilidades. Una de ellas fue, explica, que desnudó la gravedad de la pandemia y su paso por Nicaragua.
“Hoy el coronavirus le ganó la batalla a Daniel Ortega al haberlo obligado a él y a su esposa a llegar con tapabocas al acto, después que decían que el coronavirus no era ningún peligro para Nicaragua”, dijo Torres.
Dijo además que Ortega “no tiene nada más que ofrecerles a los nicaragüenses de positivo”.
“Ortega se quejó del enseñamiento del imperio yanqui, que no sabemos cuál es el ensañamiento, yo lo que traduzco es que se estaba quejando por las sanciones impuestas contra sus hijos y sus altos funcionarios de instituciones del Estado”, expuso el exguerrillero sandinista.
La también exguerrillera e historiadora, Mónica Baltodano, cuestionó en un artículo de opinión publicado este domingo 19 de julio la forma en que Ortega y Murillo han manejado el poder durante los últimos años y los acusó de acabar con la institucionalidad de Nicaragua.
“La Policía Nacional, reconocida como profesional y apartidaria durante décadas, se convirtió en una guardia del dictador, fuertemente represiva; y un ejército que evolucionó favorablemente en los años noventa bajo una lógica patriótica y no beligerante, se convirtió en pieza estratégica para sostener a Ortega en el poder. De la esencia popular y progresista de la revolución ya no quedan ni vestigios para la arqueología política”, escribió Baltodano.