ANÁLISIS
Redacción, 7 jun(elmundo.cr)- Dos meses y seguimos contando. Una Venezuela tirada en el pavimento y un gobierno indolente; más que indolente, hostil. Cuando la ambición se torna aplastante, la maquinaria gobernativa de los pueblos ya no es ni de izquierda, ni de derecha, ni liberal ni conservadora, sino que se convierte en monstruo que da zarpazos para perpetrarse en el poder.
La crisis está ahí; argumentos sobran. El país más rico de Suramérica sumido en la monoproducción(de petróleo), y obligado a importar un por ciento salvaje de los insumos básicos y no tan básicos. El documental realizado por BBC Mundo hace algunos días, muestra, a través de infantes desnutridos, las secuelas más tristes de una mala administración. “Yo tengo miedo de que desgraciadamente mi niño se me vaya a morir”, explica la madre de German, venezolano de 11 años, entrevistado en el video reportaje y que en el momento de la filmación pesaba la mitad de lo que debería.
Según el boletín epidemiológico del Ministerio para la Salud de Venezuela en 2016 la mortalidad infantil repuntó un 30% con respecto a 2015; la mortalidad materna, un 65%. El zika mostró un avance espantoso de 72 casos en 2015 a 59.348 en 2016. La hepatitis A y la tuberculosis también registraron un gran aumento. De acuerdo con la presidenta de la Sociedad de Medicina Interna de Venezuela, Maritza Durán, ese país “está viviendo en este momento la peor crisis de salud de su historia republicana”.
Como si de una tragicomedia se tratara este enredo, no son pocas las figuras de la política nacional y oficial que manifiestan, contra viento y marea, su “deslealtad” con el líder y con la arbitrariedad generalizada del territorio.
En declaraciones el pasado 31 de marzo, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, nombró como “ruptura del orden constitucional” la decisión del Tribunal Supremo de Justicia(TSJ) de su país de asumir las funciones del legislativo. Su voz no quedó ahí, sino que el pasado 25 de mayo reportó que 19 agentes de la Seguridad del Estado, entre ellos 14 miembros de la Guardia Nacional, han sido imputados por graves violaciones de derechos humanos, incluido homicidio, durante su actuación para controlar los disturbios. El último pronunciamiento de la funcionaria se produjo el 1 de junio cuando presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia(TSJ) una acción legal contra la Asamblea Constituyente convocada por el gobierno de Nicolás Maduro, después de que este organismo facultara al mandatario a realizar dicho proyecto sin referendo.
Por otro lado, el ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López, advirtió públicamente hoy, la no tolerancia a la desmedida represión: “No quiero ver a un Guardia Nacional más cometiendo una atrocidad en la calle”, expresó en conferencia sobre la Constituyente con altos oficiales en Fuerte Tiuna, la mayor instalación del ejército, al suroeste de Caracas. Todos lo escucharon, pues fue transmitido en vivo por la principal cadena de televisión del Estado cuando se produjo la inesperada alegación por parte del alto funcionario militar.
Creo impensable la espera hasta un 2019 de “elecciones” (si es que por un decreto unilateral no son suprimidas), pero tampoco avalo la violencia y el empleo de la fuerza física de ninguna de las partes. La República de Bolívar solloza. El sentido común debe trascender en este escenario lamentable. Allá despierta la valentía y se traduce en cientos de miles de personas despojadas de todo terror para salir cada día a las calles. Resistencia, con orden. Y el triunfo no podrá seguir posponiéndose.
