Los laboristas dan un giro a la izquierda con la elección de Corbyn

Jeremy-Corbyn

Londres, 12 sep (dpa) – El diputado Jeremy Corbyn, un convencido pacifista miembro del ala más a la izquierda del laborismo británico, fue elegido nuevo líder de la agrupación en un resultado sorprendente por ser hasta hace poco un candidato prácticamente desconocido, informó hoy el partido.

Corbyn, de 66 años, es diputado en la Cámara de los Comunes desde 1983 y obtuvo el 59,5 por ciento de los votos en la primera ronda. Hace tiempo que “el partido y el movimiento” no eran tan fuertes, apasionados, democráticos, unidos y “absolutamente determinados en el objetivo de una sociedad decente y mejor que sea posible para todos”, afirmó en su discurso de agradecimiento.

Cuatro candidatos competían por suceder al frente del partido opositor a Ed Miliband, que renunció tras perder las elecciones generales que se celebraron en mayo.

Andy Bundham, que partía al principio como favorito, quedó segundo con sólo un 19 por ciento de los más de 420.000 votos emitidos, seguido de Yvette Cooper (17%) y Liz Kendall (4,5%).

El proceso electoral fue uno de los que más suspense tuvo de los últimos años, pues al inicio de la contienda se consideraba que Corbyn no tenía ninguna posibilidad de ganar. Sin embargo, en la campaña consiguió convencer sobre todo a los jóvenes y se convirtió en el favorito contra todo pronóstico.

Entre otras medidas, el diputado exige que se acabe con la política de ajustes que sigue el gobierno conservador británico, pide impuestos más elevados para los ricos y la eliminación de las armas nucleares del país.

Corbyn llega al puesto sin embargo con mucha oposición interna, de compañeros que consideran que tiene opiniones anticuadas y no lo ven calificado para convertirse en primer ministro. El dirigente representa un giro en dirección contraria al Nuevo Laborismo que inauguró en su día el primer ministro Tony Blair.

El político Jamie Reed, hasta ahora responsable de Salud en el “gabinete en la sombra” de la oposición británica, abandonó el puesto en cuanto se anunció la victoria de Corbyn.

Por su parte, Ed Miliband aseguró que apoyará al nuevo líder y que espera que el resto del partido también lo haga, aunque rechazó formar parte del “gabinete en la sombra”.

Los opositores a Corbyn denunciaron irregularidades durante la votación, por ejemplo que hubo afiliados que no recibieron a tiempo las papeletas. Además, entre los nuevos simpatizantes a los que se permitió registrarse para votar hay extremistas de izquierda que quieren socavar el partido, alegaron.

El secretario general laborista, Iain McNicol, subrayó en cambio que el partido excluyó a todos los que iban en contra del proceso democrático.

John Prescott, que fue vice de Tony Blair, el primer ministro con mayor éxito electoral en 50 años, pidió a las figuras de alto rango del partido que secunden a Corbyn. “El partido le dio un enorme apoyo a este hombre. Tuvo más votos que Tony Blair. El partido ha hablado con una voz muy, muy fuerte”, indicó, y añadió que el “verdadero enemigo” es el Partido Conservador del actual primer ministro David Cameron.

Blair no se pronunció por el momento, aunque durante la campaña había llamado a no votar por el candidato.

De parte de los conservadores, el ministro de Defensa, Michael Fallon, aseguró: “El laborismo es ahora una amenaza seria para la seguridad de nuestra nación, de nuestra economía y la seguridad de nuestras familias”.

En las elecciones de mayo pasado, el laborismo perdió 26 escaños, y obtuvo uno solo en Escocia. En la actualidad tiene 232 de los 650 mandatos en la Cámara de los Comunes.

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