La paradoja de que un mayor desarrollo produzca más inseguridad radica en la falta de solidaridad

El COVID-19 y la inseguridad alimentaria en Myanmar aboca a las personas más vulnerables a la pobreza. © UNICEF/Nyan Zay Htet
El COVID-19 y la inseguridad alimentaria en Myanmar aboca a las personas más vulnerables a la pobreza. © UNICEF/Nyan Zay Htet

Ginebra, 8 feb (NoticiasONU) – Pese a los avances globales en los niveles de desarrollo, seis de cada siete personas en todo el mundo sufren un creciente sentimiento de inseguridad. Esta cifra se da inclusos en los países que poseen un mayor nivel de crecimiento, según destaca un nuevo informe lanzado este martes con el título Las Nuevas Amenazas para la Seguridad Humana en el Antropoceno.

El nuevo estudio aporta datos que demuestran que la sensación de protección de la población se encuentra por debajo del mínimo en casi todos los países del mundo, e incluso las naciones con algunos de los niveles más elevados de salud, riqueza y educación muestran un mayor grado de ansiedad que hace una década.

Para guiarnos sobre cómo se llegó a esta conclusión, Noticias ONU habló con Heriberto Tapia, asesor de Investigación en la Oficina sobre el informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

¿De qué hablamos cuando nos referimos al Antropoceno?

Se refiere a un periodo, que los científicos discuten actualmente, donde los seres humanos estamos causando cambios sin precedentes en el planeta. Un ejemplo es que en este momento se estima que la cantidad de masa creada por los seres humanos en el planeta es equivalente a toda la biomasa existente y se estima que si seguimos a este ritmo en unos 20 años más, la masa creada por los seres humanos va a ser el doble de toda la biomasa existente, es decir, estamos modificando la morfología del planeta, y eso está causando una serie de problemas como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación de nuestros ecosistemas, entre muchos otros.

Según el estudio, seis de cada siete personas en el mundo sufren sentimiento de inseguridad, ¿Cómo se ha llegado a esta cifra tan alta?

Esa es una cifra que viene de un indicador que hemos producido para este informe que resume inseguridades en distintas esferas. El concepto de Desarrollo de Seguridad Humana se refiere a las inseguridades relacionadas con la miseria, las inseguridades relacionadas con el temor y también inseguridades relacionadas con la falta de dignidad.

Este indicador recoge variables que capturan estas tres dimensiones y tienen que ver cómo se sienten las personas en relación con su entorno en su comunidad, con el temor frente a los conflictos y con la inseguridad socioeconómica. Por ejemplo, si las personas tienen temor a que sus hijos tengan una buena educación, o si ellos pueden comprar medicinas para sus enfermedades.

Entonces combinando todas estas dimensione nosotros identificamos que en este momento la mayor parte del mundo se siente inseguro, e incluso en los países que nosotros clasificamos cómo de alto desarrollo humano, tres de cada cuatro personas tienen niveles importantes de inseguridad.

¿Las causas de inseguridad se deben solamente a la pandemia de COVID-19 o hay que añadir elementos adicionales?

Este indicador representa lo que estaba ocurriendo antes de la pandemia, lo que es interesante y bastante chocante porque quiere decir que incluso en un momento en que el mundo estaba disfrutando del progreso, que es evidente que sí lo hemos tenido, las personas al mismo tiempo venían incubando estás inseguridades.

Ahora, en su pregunta, ¿por qué teníamos estás inseguridades? Bueno, en parte porque el progreso ha sido muy desigual ya que hay personas que se han sentido dejadas de lado afectadas en su dignidad, en parte porque la violencia venía creciendo, y, en parte, porque el modelo económico también venía quitando ciertos colchones de seguridad que muchas sociedades tenían en el pasado.

¿Hay alguna región donde la inseguridad sea especialmente alta?

Uno de los resultados de este informe es que la inseguridad es alta en todas las regiones del planeta. En este momento, no tenemos información que nos permita clasificar a las regiones de una manera robusta, excepto, como le decía hace un momento, por un tema de niveles de desarrollo, las regiones más pobres tienden a ser un poco más desiguales, pero enfatizo que incluso las regiones más desarrolladas también tienen índices de inseguridad altísimos.

¿Nos podría ofrecer un detalle de la situación en América Latina?

América Latina y el Caribe enfrentan una crisis de seguridad humana. De hecho, incluso antes de la pandemia del covid-19, las personas estaban en medio de la paradoja del desarrollo con inseguridad con mejoramientos en muchas de su vida, pero con niveles de inseguridad creciente, un dato que viene tanto de la percepción de las personas como de una serie de indicadores objetivos en distintas áreas.

Por ejemplo, en el año 2020 un 23 % de las personas en la región aparecen afectadas por conflictos o hechos violentos, de acuerdo nuevo indicador presentado informe.

La migración regional es un problema muy severo en la región que está cruzado por la inseguridad humana. La inseguridad humana en forma de violencia, desastres y pobreza es una causa de la migración forzada. Posteriormente, los migrantes encuentran amenazas muy importantes durante su tránsito y, una vez que llegan, enfrentan nuevas amenazas a su bienestar.

Sobre todas estas amenazas y otras sobre las personas, la pandemia del covid-19 ha puesto todavía mayor presión que ha producido una caída en todos los indicadores de desarrollo humano mayores a las de otras regiones del planeta. Los programas de ayuda implementados por los gobiernos han sido útiles, pero es importante notar que los desafíos subyacentes venían de antes y van a continuar una vez que la emergencia mayor del COVID se haya superado.

Aparte del desplazamiento, el informe también dedica un apartado al feminicidio

El feminicidio es un problema global y que afecta de una manera muy significativa a la mujer. Un punto importante que hace este informe es que el femicidio es como la punta del iceberg. Es decir, hay muchos otros problemas de seguridad que afectan a las mujeres y que aparecen de forma muy pronunciada en muchos países, y son mucho más frecuentes que el femicidio que finalmente ocurre una vez cuando ya se han producido muchos otros tipos de abusos.

¿Cuál sería la conclusión del estudio ante estas problemáticas?

En la literatura de la seguridad humana siempre se han enfatizado dos pilares: uno es el del empoderamiento y el otro es el de la protección. Lo que vemos en este momento es que la mayoría de las amenazas a la seguridad de las personas son amenazas que son globales y que están interconectadas.

Por lo tanto, necesitamos algo más para hacer frente a esas características y nosotros proponemos que los enfoques de seguridad tienen que traer un componente de solidaridad que nos permitan trabajar juntos por las soluciones. Esto es importante porque cuando las personas se sienten inseguras eso es algo que les mueve a la acción, pero no toda acción para tratar de asegurar las cosas resulta bien.

Por ejemplo, tenemos enfoques proteccionistas, como cuando las personas que se ven amenazadas buscan armas para tratar de protegerse; o enfoques que son dominadores, como cuando las personas que se ven amenazadas buscan protegerse restringiendo las libertades de otros.

El enfoque de seguridad humana ofrece también una respuesta, pero que es una respuesta integral y que en este en este informe enfatizamos debe basarse en la colaboración entre las personas porque los problemas son tan grandes y globales que si no lo hacemos así no se van a poder solucionar.

Pero precisamente en un contexto de pandemia y con múltiples conflictos, ¿no es complicado apelar a esta solidaridad?

¡Es difícil! De hecho, esa es una de las razones por las cuales hemos estado caminando en esta paradoja de más desarrollo con más inseguridad, porque hay incentivos que nos mueven en esa dirección. Lo que queremos en este informe es hacer presente que estamos en una situación que es insostenible y que necesitamos comenzar a pensar de un modo distinto.

Un ejemplo que ponemos en el informe es que, desde la perspectiva de cambio climático, si es que los países piensan solamente en su costos y beneficios es muy difícil que alguna vez se vayan a poner de acuerdo. Tenemos que ver esto no desde la perspectiva de un país, tenemos que mirar esto desde la perspectiva de la raza humana y hemos encontrado que, a veces, llevando está discusión a las personas podemos encontrar más puntos de apoyo.

Hay ocasiones en que, aunque los líderes políticos les cueste ponerse de acuerdo, se producen conexiones entre las personas. Por ejemplo, vemos que muchos países europeos, donde el cambio climático probablemente no va a producir tantos daños, hay una nueva conciencia. Ellos no están pensando necesariamente lo que va a pasar con ellos o con sus hijos, ellos están pensando en el mundo y eso es algo que tenemos que conectar con lo que ocurre en muchos países para formar una conciencia distinta, nuevamente desde la perspectiva de la humanidad y no de la perspectiva de un país en particular.

¿Algún mensaje final sobre el informe?

Este informe entrega luces sobre problemas que tenemos en este minuto en el espacio de desarrollo y también en el espacio de políticas de seguridad. Un punto fuerte que tenemos que fortalecer en ambos espacios es la agencia de las personas (su capacidad para actuar en el mundo). Hoy las personas quieren contribuir más al desarrollo de sus comunidades y también a la mayor seguridad. Sin embargo, en muchos espacios las personas no tienen la posibilidad de producir un cambio porque no tienen los instrumentos. Este informe apela a que haya una mayor agencia de parte de las personas para que ellas puedan ser parte de este cambio.

Por ejemplo, como lo que ocurre con los grupos indígenas que tienen una convicción y tienen, además un conocimiento que les permite manejar ecosistemas y producir un cambio que se traduce en mayor desarrollo y también mayor seguridad planetaria. Sin embargo, en muchos casos se enfrentan a falta de derechos o persecución. Lo que tenemos que hacer es empoderarlos, que haya un apolítica de protección de sus derechos básicos y que ellos tengan la agencia de llevar sus convicciones y su conocimiento a soluciones que puedan ir en beneficio de todos.

Últimas noticias