La inserción de las mujeres en el mercado laboral es clave para el desarrollo y para reducir la pobreza

San José, 18 oct (elmundo.cr) – “Es clave incorporar al 50 % de la población mundial, que son mujeres, en la fuerza laboral para el desarrollo de los países. Estudios de la ONU revelan que, si se inserta a todas las que hoy no están incorporadas, el impacto en el crecimiento del producto bruto de las naciones miembros del G20 puede llegar hasta el 26 %, sacando de la pobreza a cientos de millones de mujeres en países emergentes como la India, China, Arabia Saudita, Brasil, Argentina, México y, como efecto indirecto, a toda Latinoamérica”.

La afirmación pertenece a la empresaria argentina Susana Balbo, presidenta del W20 -grupo de afinidad del G20. Ex diputada, la de Balbo es una voz autorizada en el tema de equidad de género y las condiciones óptimas que se les debe brindar a las mujeres rurales para empoderarlas y hacerlas visibles ante la sociedad.

Balbo visitó por primera vez Costa Rica para participar de un evento organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales. En ese ámbito repasó los desafíos latentes en este tema crucial para el desarrollo y la inclusión social.

“No habrá un desarrollo sostenible hacia el 2030 si las mujeres no están de pie y visibilizadas en toda su extensión, sea mujer urbana, rural; toda aquella que no existe para el sistema debe existir para tener un mundo más equitativo y sustentable”, aseguró Balbo.

La primera mujer enóloga de Argentina dijo también que el acceso a educación, a créditos y servicios financieros para alcanzar independencia económica, así como la inclusión digital que les permita entrar en contacto con tecnologías y mercados, son aspectos fundamentales para mejorar la calidad de vida y brindar un futuro más promisorio a estas mujeres.

“Una forma de acelerar el cambio y mejorar sus vidas, es cuando acceden a una mejor educación, a la inclusión digital, que les permite la independencia económica. Es una realidad que se da en todos los países miembros del G20, pese a las necesidades que son diferentes”, agregó esta empresaria con más de 30 años en la industria del vino.

Políticas públicas con otra óptica

Y es que, pese a que las mujeres rurales representan el 43 % de la fuerza laboral agrícola y el 50 % de la producción mundial de alimentos pasa por sus manos, los países aún carecen de políticas públicas diferenciadas para este segmento de la población, o las que tienen muchas veces ni se aplican o respetan por desinterés.

“Hay muchas políticas públicas que son robustas con respecto a la mujer, sin embargo, no son tenidas en cuenta, no se respetan o aplican, y probablemente está dado por un tema de ignorancia o desinterés. Por ejemplo, para tener una moderna agenda mundial en el tema hace falta decisión y voluntad por parte de los líderes políticos, que se apropien de esta agenda y la hagan realidad en sus países”, acotó Balbo.

Para la presidenta del W20, es trascendental “el uso de un lente con visión de género” a la hora de construir e implementar políticas en pro de este grupo de la población, para que éstas se adapten a las necesidades reales que la mujer tiene. Reconoció que en este proceso es clave darles voz y voto en los espacios de diálogo y de toma de decisión, y así escuchar lo que realmente les urge.

“Hay que convocarlas para que ellas nos expresen cuáles son sus necesidades; en nuestra experiencia del W20 todas las que reunimos pedían más que nada infraestructura, el acceso a agua potable, energía, internet, cosas tan básicas como estas. No sacamos nada con una política pública establecida si no se respeta y no se aplica, que la voz de la mujer sea escuchada, que participe en las mesas de decisión para que ellas expresen qué es lo que necesitan para desarrollarse adecuadamente”, destacó.

La influyente empresaria, oriunda de la provincia argentina de Mendoza, recalcó que en el caso del W20 es en ocasiones complicado convencer y poner en la misma sintonía a los miembros del G20 en materia de equidad de género y mujer rural, por la diversidad de los países.

“Tenemos naciones donde las mujeres no tienen ningún tipo de derechos o muy pocos, y países muy desarrollados donde la mujer tiene pleno acceso a todos los derechos. Esta diversidad hace que los cambios sean más lentos, porque cuando los comunicados y las políticas de Estado que van a adoptar los líderes se hacen por consenso, empiezan a jugar las disparidades de cada país, entonces, es complicado llegar a propuestas y acciones concretas, por ejemplo, con respecto a la propiedad de la tierra, los derechos de la herencia, por las posiciones que son culturales, religiosas y legales”, dijo Balbo.

Susana Balbo concluyó invitando a “honrar a la mujer rural cada día del año, no solo en su día internacional, para que así siempre las recordemos y nos demos cuenta que ellas han sido quienes nos han permitido tener alimentos, conservar nuestra cultura y tradiciones, y quienes con su voz muy invisibilizada para el sistema, mantienen nuestras familias y acervos, y con infinito amor cuidan de nuestra naturaleza”.

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