Jerusalén, 15 ene (VOA) – Israel y Hamás llegaron el miércoles a un acuerdo para detener los combates en Gaza e intercambiar rehenes israelíes por presos palestinos, según dijo a medios un funcionario informado sobre el acuerdo.
La medida abre camino a un posible final de una guerra de 15 meses que tiene en vilo a Oriente Medio.
El acuerdo llega tras meses de negociaciones intermitentes auspiciadas por mediadores egipcios y qataríes, con el respaldo de Estados Unidos, y justo antes de la toma de posesión el 20 de enero del presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Las tropas israelíes invadieron Gaza después de que hombres armados dirigidos por Hamás rompieron las barreras de seguridad e irrumpieron en comunidades israelíes el 7 de octubre de 2023. El ataque dejó 1.200 soldados y civiles muertos y a más de 250 rehenes extranjeros e israelíes en manos de Hamás.
La campaña de Israel en Gaza ha acabado con la vida de más de 46.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud, y ha dejado el estrecho enclave costero convertido en un páramo de escombros, con cientos de miles de personas sobreviviendo al frío invernal en tiendas de campaña y refugios improvisados.
A medida que se acercaba su toma de posesión, Trump repitió su exigencia de que se llegara a un acuerdo rápido, advirtiendo en repetidas ocasiones de que se desencadenaría “un infierno” si no se liberaba a los rehenes.
Su enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó con el equipo del presidente Joe Biden para impulsar el acuerdo.
En Israel, la devolución de los rehenes puede aliviar parte de la ira pública contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y su Gobierno de derechas por el fallo de seguridad del 7 de octubre, que condujo al día más letal en la historia del país.
El conflicto se extendió por Oriente Medio, con ramificaciones respaldadas por Irán en Líbano, Irak y Yemen que atacaron Israel en solidaridad con los palestinos. El acuerdo llega después de que Israel matara a los máximos dirigentes de Hamás y Hezbolá.
La campaña de Israel en Gaza ha acabado con la vida de más de 46.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud, y ha dejado el estrecho enclave costero convertido en un páramo de escombros, con cientos de miles de personas sobreviviendo al frío invernal en tiendas de campaña y refugios improvisados.
A medida que se acercaba su toma de posesión, Trump repitió su exigencia de que se llegara a un acuerdo rápido, advirtiendo en repetidas ocasiones de que se desencadenaría “un infierno” si no se liberaba a los rehenes.
Su enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó con el equipo del presidente Joe Biden para impulsar el acuerdo.
En Israel, la devolución de los rehenes puede aliviar parte de la ira pública contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y su Gobierno de derechas por el fallo de seguridad del 7 de octubre, que condujo al día más letal en la historia del país.
El conflicto se extendió por Oriente Medio, con ramificaciones respaldadas por Irán en Líbano, Irak y Yemen que atacaron Israel en solidaridad con los palestinos. El acuerdo llega después de que Israel matara a los máximos dirigentes de Hamás y Hezbolá.