Roma, 7 feb (elmundo.cr) – La mayoría de la población pobre del mundo vive en zonas rurales, pero resulta difícil obtener información fiable y armonizada sobre sus cifras y condiciones.
Para ayudar a cubrir esta deficiencia en la lucha contra el hambre mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado un informe en colaboración con la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI), en el que se presenta un Índice de Pobreza Rural Multidimensional innovador.
El Índice de Pobreza Rural Multidimensional amplía los métodos actuales de medición de la pobreza rural al examinar con mayor detenimiento capacidades de la población rural como la seguridad alimentaria, la calidad de su nutrición, su educación y los niveles de vida. Además, la FAO y la OPHI han añadido dos aspectos fundamentales que repercuten en la vida de los habitantes del medio rural en particular, a saber, el acceso (o la falta de este) a activos agrícolas adecuados, la exposición a riesgos ambientales y de otro tipo y la protección social.
“Pese a que ya existen y se utilizan comúnmente una serie de medidas de pobreza, no resulta tan fácil disponer de información armonizada sobre la pobreza rural, que podría servir de base para una medición sólida y homogénea. El Índice de Pobreza Rural Multidimensional comprende indicadores innovadores sobre la adecuación de la propiedad de activos agrícolas, la protección social rural y la exposición al riesgo. En la aplicación que se propone en el informe, el Índice de Pobreza Rural Multidimensional utiliza innovaciones en la dimensión del riesgo y combina encuestas por hogares con datos geoespaciales”, señaló el Sr. Máximo Torero Cullen, Economista Jefe de la FAO, en la presentación del informe.
El Índice de Pobreza Rural Multidimensional se basa en el concepto de que una única dimensión, como los ingresos de los hogares, no refleja con exactitud la pobreza en las zonas rurales. En la actualidad se reconoce ampliamente que unas condiciones de vida difíciles significan mucho más que una cuenta bancaria vacía.
Esa idea queda reflejada en el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) global, que fue presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la OPHI en 2010 y que abarcó 109 países y 5 900 millones de personas en 2021.
El Índice de Pobreza Rural Multidimensional, que amplía el alcance del IPM global, incluye también una combinación innovadora de datos geoespaciales y datos de encuestas que cuantifica los riesgos de exposición a sequías, inundaciones y olas de calor de los habitantes del medio rural.
“La presentación de este innovador Índice de Pobreza Rural Multidimensional constituye un primer paso importante para configurar el entorno de datos y el análisis sobre la forma de seguir avanzando en la comprensión de la pobreza rural con el objetivo de ponerle fin en todas sus formas y dimensiones”, declaró la Sra. Sabina Alkire, Directora de la OPHI.
Resultados útiles
La utilidad de esta nueva herramienta se ilustra en el informe conjunto de la FAO y la OPHI, que probó el índice utilizando recientes encuestas por hogares en Etiopía, Malawi, el Níger y Nigeria.
En el informe se muestra cómo el Índice de Pobreza Rural Multidimensional capta información adicional y diferente en comparación con otras mediciones, tanto monetarias como multidimensionales que no comprenden las especificidades del medio rural. Las dimensiones incluidas demostraron su eficacia desde el punto de vista estadístico. La superposición entre las privaciones monetarias y no monetarias es significativa; sin embargo, el Índice de Pobreza Rural Multidimensional refleja más cosas. En Malawi, por ejemplo, la métrica monetaria no determinó como pobre a un 14 % de la población rural pobre identificada por el Índice de Pobreza Rural Multidimensional.
El índice también se probó sobre el terreno, en concreto en 64 zonas rurales de Malawi. Se pidió a miembros de las comunidades que examinaran las dimensiones incluidas en el Índice de Pobreza Rural Multidimensional, basándose en su experiencia de vida, y definieran, en sus propias palabras, las condiciones de vida difíciles y la pobreza rurales. Aunque la mayoría de las dimensiones se consideraron cruciales, también surgieron otras como el estado mental o la apariencia física. Si bien no todas estas se pueden obtener fácilmente en encuestas a gran escala, se han aprendido importantes enseñanzas respecto de la limitación de la métrica monetaria y la importancia de adaptar la medición a los contextos rurales.
Todo esto no consiste únicamente en producir más datos. Determinar de manera más precisa quiénes son las poblaciones en situación de pobreza extrema, dónde viven y qué obstáculos concretos les impiden salir de la pobreza en las zonas rurales puede desempeñar un papel esencial a la hora de formular políticas más acertadas para luchar contra la pobreza y el hambre en el medio rural.
La FAO está prestando apoyo a los países para formular y aplicar políticas que aborden las condiciones de los agricultores pobres y en pequeña escala, potenciando sus medios de vida y mejorando su resiliencia y capacidad para escapar de la pobreza extrema. El Índice de Pobreza Rural Multidimensional puede ayudar como instrumento de orientación para los responsables de la formulación de políticas y como herramienta de seguimiento para proyectos y programas que tratan de hacer frente a la pobreza rural.