Mascate, 23 ene (elmundo.cr) – Resulta imperativo apoyar las políticas e inversiones en Medio Oriente y África del Norte para hacer que el uso del agua en la agricultura sea más sostenible y eficiente y garantizar que todas las personas de la región tengan acceso a una alimentación saludable, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
“Aquí en la región de Medio Oriente y África del Norte, la escasez de agua es sin duda uno de los principales desafíos para la producción y el desarrollo agrícolas”, aseguró ante los ministros de Agricultura y representantes del sector privado reunidos en el Foro de Inversión en Agricultura, Pesca e Alimentación que se celebra en Omán.
La región tiene algunos de los niveles más bajos de agua dulce en el mundo, y estas reservas -sobre todo subterráneas y no renovables-, se están agotando. El agua dulce se ha reducido en un 60 por ciento en las últimas cuatro décadas, y se espera que disminuya otro 50 por ciento para 2050. La agricultura supone el 85 por ciento del uso del agua, y posiblemente será la más afectada por una mayor escasez.
Graziano da Silva instó también a los gobiernos y representantes del sector privado a tomar medidas para transformar los sistemas alimentarios, de manera que la población pueda consumir alimentos más frescos, saludables y nutritivos, advirtiendo sobre el aumento en los niveles de sobrepeso y obesidad.
“Alrededor de 2 000 millones de personas en el mundo tienen sobrepeso en la actualidad. De ellos, 670 millones son adultos. Esto significa que cerca de uno de cada ocho adultos son obesos. Aquí en esta región, la proporción de adultos obesos es aún mayor: un 30 por ciento, lo que supone uno de cada tres. Las crecientes tasas de obesidad están teniendo un costo socioeconómico enorme”, recordó Graziano da Silva.
La obesidad y el sobrepeso están aumentando a medida que los actuales sistemas alimentarios han hecho más disponibles y accesibles los alimentos procesados e industrializados, con alto contenido de grasas, azúcar, sal y aditivos químicos.
Esto es especialmente preocupante cuando los países tienen una dependencia excesiva de las importaciones de alimentos, como sucede en la región de Medio Oriente y África del Norte.
“Promover el consumo de pescado es otra forma de combatir la malnutrición, así como de impulsar el crecimiento económico y mitigar la pobreza”, añadió Graziano da Silva.
Producir más con menos
La FAO cree que ahorrar agua no solo es una buena práctica, sino que pronto deberá ser la única posible.
La agro-acuicultura integrada (IAA, por sus siglas en inglés) es una forma de ahorrar agua y producir más con menos
La acuaponía es un ejemplo de estas técnicas de IAA, que combinan la acuicultura -la cría de peces o animales acuáticos- y la hidroponía, que es el cultivo de plantas en agua sin suelo. Esto significa que el agua se aprovecha a la vez para los peces y los cultivos.
Las explotaciones que utilizan los sistemas de acuaponía pueden reducir el consumo de agua en un 90 por ciento, en comparación con la agricultura tradicional.
Estas granjas acuapónicas ofrecen diversos productos a la población local, como la tilapia en Egipto y Omán, y el bagre norteafricano en Argelia, alentando el consumo de una fuente de proteína que no forma parte tradicionalmente de sus dietas.
La acuaponía ofrece además una solución agrícola viable para los países de la región donde el agua no es el único problema: también hay escasez de suelo de buena calidad. De la superficie total terrestre que resulta adecuada para la agricultura en la región, el 45 por ciento sufre de salinidad elevada, agotamiento de nutrientes y problemas de erosión.
La acuaponía permite además que en la región se cultiven hortalizas, frutas y otros alimentos en tierras inhóspitas o inutilizables, proporcionando a la población alimentos producidos localmente que les aportan las proteínas y los minerales que necesitan, pero sin un uso intensivo de agua.
Sin embargo, expandir este tipo de explotaciones requiere un replanteamiento y unos conocimientos técnicos que no todos los agricultores tienen. Aquí es donde entra en juego la experiencia de la FAO.
La FAO ha sido una de los primeros organismos en abordar la acuicultura en tierras desérticas y áridas, e investigar las soluciones más adecuadas para la escasez de agua, la degradación del suelo y la seguridad alimentaria, como son la IAA y la acuaponía.
En Omán, la FAO trabaja para fortalecer los sectores agrícola y pesquero para que sean más eficientes, rentables y sostenibles, al tiempo que empoderan a las comunidades y se promueve la inclusión social en las actividades económicas. Esto incluye crear un entorno institucional propicio para la agricultura, la pesca y el desarrollo rural para permitir la implementación exitosa de políticas y estimular las inversiones.
En coincidencia con el Foro, la FAO firmó una declaración de intenciones con el Ministerio de Agricultura y Pesca de Omán, y con socios del sector público y privado, para apoyar el aumento de las inversiones en agricultura y pesca en el país, con énfasis en el fortalecimiento de la capacidad de las pequeñas y medianas empresas en la cadena de valor de la apicultura sostenible.
Omán es una de las naciones con mayor seguridad alimentaria en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). En 2017, Omán ocupaba el segundo lugar en el Índice de Seguridad Alimentaria Global entre las seis naciones del CCG y, a nivel mundial, se sitúa en el puesto 28º de un conjunto de 113 países.
Apoyo de la FAO a la pesca
La FAO desempeña un papel de liderazgo en las políticas pesqueras a nivel internacional y trabaja con gobiernos, organismos pesqueros regionales, cooperativas, comunidades de pescadores y otros socios para promover la pesca sostenible y la acuicultura, y asegurar su crecimiento.
Aquí se incluyen por ejemplo la implementación de la Iniciativa sobre el Crecimiento Azul, el Código de Conducta para la Pesca Responsable y el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto (AMERP).
Hasta la fecha, tan solo cuatro países (Libia, Mauritania, Omán y Sudán) de la región de Medio Oriente y África del Norte forman parte del Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto.
Por este motivo, en su intervención en el Foro el Director General de la FAO instó a todos los países del mundo a formar parte del AMERP, e hizo un llamamiento para contar con el liderazgo de Omán -el único país del Golfo que es parte del acuerdo-, para que trabaje en estrecha colaboración con la FAO “para garantizar que todos los países del Golfo sigan su buen ejemplo y se unan al Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto”.