San Salvador, 30 oct (elmundo.cr) – El costo de la doble carga de la malnutrición, es decir la desnutrición y la obesidad, equivale a más del 10% del producto interno bruto de El Salvador, asegura un nuevo estudio del Programa Mundial de Alimentos en asociación con la Comisión Económica para América Latina y otras entidades.
La investigación, basada en cifras recopiladas en 2017, revela que el costo de esta doble carga en el país centroamericano superó los 2500 millones de dólares, que equivale al 10,3% del PIB. De esta cifra, más de 1700 millones corresponden a costos debidos a la pérdida de productividad, más de 820 millones a gastos adicionales en salud y 8,7 millones a los de educación.
“La desnutrición y la obesidad pueden ocurrir juntas en los mismos países, comunidades e incluso familias. Esto se conoce como ‘la doble carga’ de la malnutrición. El Salvador ha soportado el precio de esta doble carga durante más de una década, afectando a los pobres y vulnerables, convirtiéndose en otro factor en la desigualdad actual en la región”, aseguró Herve Verhossel, portavoz del PMA.
Actualmente, 1 de cada 6 niños tiene desnutrición crónica y 6 de cada 10 adultos tienen sobrepeso u obesidad, condiciones que generan consecuencias preocupantes que limitan el desarrollo del país.
Otros datos alarmantes
El estudio muestra otros lastres sociales alarmantes, como que:
• 4 de cada 10 niños con desnutrición no terminan la escuela primaria y 8 de cada 10 no terminan la escuela secundaria
• 1 millón de salvadoreños sufren de diabetes e hipertensión, resultado del sobrepeso o la obesidad, siendo estas condiciones las que generan el mayor costo en salud
• 8 de cada 10 dólares gastados en desnutrición se destinan a niños con bajo peso al nacer, resultado de la desnutrición durante el embarazo
• se han perdido 49,8 millones de dólares en productividad debido al absentismo y la muerte prematura. resultado de la doble carga de la desnutrición
• los costos relacionados con la diabetes y la hipertensión asociados con el sobrepeso y la obesidad ascienden a 586,3 millones de dólares en 2017, lo que equivale al 92.3% del gasto social en salud
Recomendaciones
“Las conclusiones de este estudio nos invitan a ver las dos caras de la misma moneda, y son un llamado para que actúemos Esperamos que las partes interesadas escuchen la advertencia y generen los recursos importantes y sostenidos que se necesitan para combatir la desnutrición y promover el acceso a alimentos y estilos de vida saludables”, aseguró Verhossel.
El PMA reiteró el llamamiento a los países para que hagan todos los esfuerzos necesarios que permitan avanzar hacia un nuevo paradigma en los modos de producción y consumo, que es clave en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En el informe, se recomienda fortalecer, construir e implementar políticas públicas multisectoriales contra la malnutrición, por exceso y por defecto, de manera que propicien la disminución sostenida de las prevalencias de malnutrición a través del abordaje de las causas determinantes del problema.
“En paralelo, el sistema de salud deberá orientar sus acciones para hacer frente a la creciente carga de enfermedades no transmisibles y también disponer de sistemas de medición y evaluación que permitan monitorear la malnutrición, sus causas y efectos”, se lee en el informe.
Un estudio similar será lanzado pronto en Guatemala, Honduras y República Dominicana.