Cumbre de Minsk acuerda alto el fuego en Ucrania a partir del domingo

Minsk, 12 feb (dpa) – Los mandatarios de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, reunidos en la capital bielorrusa de Minsk, lograron hoy un acuerdo para un cese del fuego en Ucrania que entrará en vigor este domingo.

Después de más de 17 horas de negociaciones, el resultado del diálogo entre el ruso Vladimir Putin, el ucraniano Petro Poroshenko, el francés François Hollande y la alemana Angela Merkel aporta algo de esperanza de que pronto callen las armas. De forma paralela, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció además una línea de crédito de 17.500 millones de dólares para Ucrania (15.500 millones de euros).Guerra Ucrania Rusia Kiev

El acuerdo, de 13 puntos, establece un alto el fuego que entrará en vigor a partir de las 00:00 horas del domingo (22:00 GMT del sábado) y estipula que en un plazo de dos semanas ambas partes retirarán su armamento pesado a 140 kilómetros de la línea del frente, según la transcripción publicada por la oficina de Putin.

En una difícil maniobra de compromiso, la línea de desmilitarización se ha calculado partiendo de dos líneas diferentes de alto el fuego: para las tropas de Kiev rige la actual línea del frente, mientras que para los separatistas se adoptó la línea de frente existente durante el primer acuerdo de Minsk, en septiembre pasado. La zona de desmilitarización será así bastante más amplia de lo previsto inicialmente. Este punto reconoce implícitamente las conquistas de territorio logradas por los separatistas desde el primer acuerdo de Minsk.

En el encuentro se elaboraron dos documentos, explicó Putin. En el primero se aborda la puesta en práctica de los acuerdos logrados en septiembre pasado en Minsk y fue firmado también por los separatistas, a pesar de que en un primer momento se informó de un rechazo por parte de estos. En el segundo, Alemania, Francia, Rusia y Ucrania declaran su apoyo al proceso de paz.

El líder separatista de la autoproclamada “república de Donetsk”, Alexander Zajarchenko, advirtió que esta podría ser la última vez que llega a un acuerdo con Ucrania. “Si hay cualquier violación, no habrá más reuniones ni memorándums”, afirmó.

El acuerdo también prevé que Ucrania recupere el control de sus fronteras con Rusia, parte de las cuales están ahora controladas por los separatistas. Pero eso sólo ocurrirá una vez que Kiev aborde una reforma constitucional que ofrezca una “descentralización” a los territorios separatistas y celebre elecciones locales.

Según Putin, también hay que negociar un catálogo de medidas para verificar los acuerdos alcanzados. “Los jefes de Estado y de gobierno se sienten comprometidos con la aplicación de los Acuerdos de Minsk. A estos efectos acuerdan la creación de un mecanismo de supervisión”, que se reunirá periódicamente a nivel de altos funcionarios de los ministerios del Exterior, señala la declaración final de la cumbre entre los cuatro mandatarios.

Además, según la declaración, Alemania y Francia proporcionarán ayuda técnica para restaurar el sistema bancario en las zonas separatistas. Kiev cortó toda conexión bancaria con las zonas rebeldes el año pasado, por lo que fue acusado de haber impuesto un bloqueo económico a esas regiones.

Poroshenko anunció que en un plazo de 19 días serán liberados todos los prisioneros. Putin indicó a su vez que uno de los principales motivos de que las negociaciones se alargaran fue que Poroshenko se negaba a hablar de manera directa con los separatistas.

“Tenemos esperanza. No hemos alcanzado todo, pero tenemos una esperanza bien concreta para Ucrania y para toda Europa”, dijo Merkel en rueda de prensa junto a Hollande al término de las conversaciones.

Ambos se trasladaron de inmediato a Bruselas, donde hoy se celebra una cumbre de la Unión Europea (UE) en la que también se hablará de Ucrania.

“Es un alivio para Europa, una esperanza para Ucrania y un excelente ejemplo de lo que Francia y Alemania pueden hacer por la paz”, indicó por su parte Hollande sobre la tregua.

“Este texto, que ha sido firmado por el grupo de contacto (para Ucrania) y los separatistas (prorrusos), aborda todas las cuestiones”, indicó a la prensa el presidente. “La descentralización, el control de fronteras y la retirada de armas pesadas están incluidos”.

“Llamamos a ambas partes a la moderación y a evitar el innecesario derramamiento de sangre”, subrayó por su parte Putin.

Poco después quedaba sin embargo claro que la situación sigue pendiendo de un hilo, pues el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Andrei Lysenko, aseguró que en la noche del miércoles al jueves cruzaron desde Rusia hacia Ucrania “unos 50 tanques y 40 obuses”.

Esto ocurría “mientras los funcionarios rusos afirmaban que no hay ni armas ni soldados rusos en territorio ucraniano”, denunció.

“No tengo ilusiones, no tenemos ilusiones: todavía hay mucho, mucho trabajo por hacer. Pero hay una posibilidad real de que las cosas cambien para mejor”, sostuvo Merkel antes de partir a Bruselas. Una vez en la capital belga aseguró que se trata de un “rayo de esperanza, ni más ni menos”.

No todos los líderes europeos saludaron el acuerdo alcanzado en Minsk. La presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, lo consideró “parcial” y débil”, al no incluir claúsulas para un control inmediato de las fronteras.

“La esperanza es buena, incluso indispensable, pero no es suficiente”, advirtió por su parte el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk. “La verdadera prueba será el respeto del alto el fuego sobre el terreno”, afirmó. Los hechos importan más que “las palabras en un trozo de papel”, apuntó el el mismo sentido el premier británico, David Cameron. “Putin debe saber que a menos que su comportamiento cambie, no se modificarán las sanciones vigentes”, advirtió.

Para el primer ministro finlandés, sin embargo, este no es el momento de discutir más sanciones. “Creo que debemos darle una oportunidad a la paz”, opinó.

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