Buenos Aires, 11 jul (elmundo.cr) – La inclusión de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) permite optimizar los procesos productivos y de comercialización de la agricultura. Por medio de la e-agricultura, se presenta una oportunidad para mejorar las condiciones del sector, en particular gracias a la banda ancha inalámbrica.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la tasa de crecimiento de la actividad agrícola en los países de América Central y el Caribe es del 1,1 por ciento, por debajo de América Latina donde alcanza el 1,9 por ciento y de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde es del 2,4 por ciento. La limitada disponibilidad de tierras es un factor determinante para la expansión de la producción, por lo que la aplicación de las TIC puede conformar una herramienta fundamental para mejorar los procesos productivos.
Asimismo, las actividades de agricultura representaban en promedio casi el 10 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) de los países de América Central para finales de 2015, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esto da cuenta de la importancia del sector para la economía regional. Nicaragua era el mercado donde la actividad tenía el mayor porcentaje, con cerca del 17 por ciento, mientras que en Panamá apenas superaba el 2 por ciento.
Porcentaje de participación de la agricultura en el PBI – 2015
Una mejora en la productividad de la agricultura redundaría en un crecimiento del PBI en la mayoría de los países centroamericanos. En ese sentido, la e-agricultura presenta diferentes alternativas para optimizar las condiciones productivas en el sector. según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las TIC cumplirán un papel fundamental para el desarrollo de la agricultura y el aumento de la disponibilidad de alimentos para los países en vías de desarrollo.
El acceso a información sobre lluvias o períodos de sequías, pasando por la posibilidad de conocer nuevos procedimientos de cultivo por medio de cursos a distancia, hasta aplicaciones básicas que reflejan los precios de los productos en el mercado, son algunos de los ejemplos que permiten ver el alcance de la e-agricultura. Para que estas iniciativas puedan tener un despliegue efectivo en los mercados de América Central, es importante que las autoridades de los países cuenten con una estrategia de conectividad que incluya las zonas rurales.
Para alcanzar estas geografías la banda ancha inalámbrica se transforma en una herramienta fundamental, ya que permite alcanzar grandes coberturas de manera más rápida y eficiente desde el punto de vista económico. La posibilidad de acceder a Internet potenciará las oportunidades de los sectores rurales, mejorando su acceso a la información y modernizando sus actividades.
En otras palabras, las medidas que los gobiernos puedan tomar para mejorar el acceso a banda ancha en las zonas rurales redundarán en una mayor adopción de la e-agricultura, que se traducirá en avances en el sector agrícola y, por lo tanto, en resultados positivos en su economía, además de potenciar otros sectores asociados a la actividad agrícola.
