Washington, 21 may (dpa) – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se mostró hoy preocupada ante los repetidos actos de violencia y discriminación que enfrentan las personas lesbianas, gay, bisexuales y trans (LGBT) en las cárceles y los centros de detención de migrantes en las Américas.
La Comisión instó a los estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a que adopten “medidas urgentes y eficaces que garanticen la vida, seguridad, integridad personal y dignidad de las personas LGBT o de aquellas personas percibidas como tales”, que se encuentran privadas de libertad en la región.
La CIDH explicó que en los últimos meses ha recibido información preocupante sobre “casos de violencia y trato inhumano y denigrante contra personas LGBT o aquellas percibidas como tales, en cárceles, celdas de detención, estaciones de policía y centros de detención de migrantes”.
“Las personas LGBT privadas de su libertad enfrentan un riesgo mayor de violencia sexual -incluido un riesgo más alto de múltiples agresiones sexuales – y otros actos de violencia y discriminación, a manos de otras personas privadas de libertad o del personal de seguridad”, advirtió la CIDH a través de un comunicado.
La Comisión también se mostró preocupada por el uso del aislamiento solitario como una medida habitual para “proteger” a las personas LGBT.
La CIDH reiteró que el aislamiento solitario debe utilizarse “solamente en circunstancias excepcionales, por el periodo de tiempo más breve posible y sólo como medida de último recurso”. Y consideró que la orientación sexual y la identidad de género no deben utilizarse como criterios para someter a las personas a aislamiento solitario durante períodos de tiempo indebidamente prolongados.
“Las personas privadas de libertad no deben ser perjudicadas o castigadas debido al prejuicio y la discriminación que existe en torno a su orientación sexual e identidad de género, ya sean reales o percibidas”, señaló la CIDH.
La Comisión reiteró que las personas privadas de libertad “no deben ser discriminadas bajo ninguna circunstancia por motivos de sexo, género, orientación sexual o cualquier otra condición social”.
La CIDH recordó a los estados miembros de la OEA que tienen “el deber de garantizar el control y la seguridad interna en los establecimientos de detención y prevenir la violencia contra las personas detenidas”.
“Los Estados deben abstenerse de cometer actos de tortura, o tratos inhumanos o degradantes a las personas privadas de libertad, incluyendo por motivos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género”, añadió la Comisión, que se encarga de promover la observancia de los derechos humanos en la región.