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Por Nicholas St. Fleur
Riad, 6 dic (NYT) – Durante casi una década, David Kennedy se maravilló desde detrás de la pantalla de su computadora ante las miles de misteriosas estructuras de piedra diseminadas a través del desierto de Arabia Saudita. Con las imágenes satelitales de Google Earth, el arqueólogo se asomaba a sitios de sepulturas y otras así llamadas “Obras de los Hombres Antiguos”, creadas por tribus nómadas hace miles de años.
En octubre, tras anunciar que había identificado casi 400 “puertas” de piedra, Kennedy recibió una invitación de las autoridades sauditas para investigar las estructuras desde un helicóptero.
“Son absolutamente increíbles”, dijo Kennedy, quien se jubiló hace poco de la Universidad de Australia Occidental. “Desde 150 metros de altura, se pueden ver los detalles vitales de estructuras que son invisibles en la imagen borrosa vía Google Earth”.
En el curso de tres días capturó más de 6 mil fotografías aéreas de las antiguas maravillas.
Desde 1997, Kennedy ha estudiado estructuras similares en Jordania, desde tierra y aire. Muchas de las figuras de piedra en ambos países se encuentran en campos de basalto conocidos como harrats.
En Arabia Saudita, exploró 200 sitios desde el aire. Las estructuras variaban en formas y tamaños, que él describió como puertas, papalotes, triángulos, dianas y ojos de cerradura.
De las 400 estructuras que describe como “puertas” que había identificado en Google Earth, Kennedy estudió aproximadamente 40 desde el helicóptero.
Algunas puertas superaban los 300 metros de largo y 75 metros de ancho. Kennedy sospechaba que las más antiguas podrían datar de hace alrededor de 9 mil años. Especuló que eran usadas para propósitos agrícolas.
Kennedy también analizó alrededor de una docena de “papalotes” que fueron descubiertos por primera vez en Medio Oriente por pilotos en los 20. Estas son las “Obras de los Hombres Antiguos” más famosas y Kennedy ha identificado más de 900 de ellas en Arabia Saudita.
Desde arriba, por lo general parecen papalotes con cuerdas y colas. A menudo son muy grandes y muchas de ellas se extienden más de medio kilómetro. Los arqueólogos creen que acorralaban gacelas en la cabeza del papalote, donde los cazadores entonces las mataban.
Kennedy dijo que las líneas de los triángulos y los ojos de cerraduras eran bastante rectas, como si la gente que las creó hubiera elegido piedras planas específicas en lugar de rocas al azar. Cada triángulo era isósceles y parecía estar apuntando a algo. Algunas veces estaban orientados a una diana que estaba hasta a 45 metros de distancia.
Arqueólogos no involucrados en la labor la llamaron paso adelante. Huw Groucutt, de la Universidad de Oxford, dijo que las nuevas imágenes ayudaban a mostrar cómo es que las sociedades han modificado el paisaje. “El reto es ahora realizar trabajo en el terreno”, dijo.