Sao Paulo, 20 may (elmundo.cr) – Brasil registró un récord de 1.179 personas por coronavirus en las últimas 24 horas, por lo que abrió este miércoles la puerta a la utilización de hidroxicloroquina en casos leves de COVID-19.
Esta es la peor cifra diaria desde que comenzó la pandemia, que ha dejado hasta ahora 17.971 fallecidos en el país y más de 271.000 contagiados, según las cifras oficiales.
El COVID-19 ya mató a 320.000 personas en todo el mundo y ha afectado a casi cinco millones de personas. Además, ha paralizado la vida de más de la mitad de la humanidad, ha hundido las economías y ha provocado un miedo a la vida en sociedad que tardará en desaparecer.
El pico de la pandemia está previsto para inicios de junio en el país, que ya registra más de la mitad de los más de 30.000 muertos en América Latina y el Caribe.
Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, es el epicentro de la enfermedad, con 65.995 casos y 5.147 muertos. Le sigue Río de Janeiro, con 3.079 decesos y 27.805 contagios.
En estados del norte y el noreste, como Ceará, Amazonas y Pernambuco, la propagación de la enfermedad provoca situaciones dramáticas y asfixia los sistemas de salud.
Mientras que el presidente Jair Bolsonaro sigue oponiéndose a las medidas de cuarentena y aislamiento social implementadas en varios estados y ciudades del país.
Bolsonaro considera que una paralización de la economía de Brasil podría causar un daño mayor que la propia epidemia y que una cantidad aún mayor de brasileños morirían o padecerían sus consecuencias a causa de ello. “El remedio sería peor que la enfermedad”, sostiene el mandatario brasileño.