Natura Urbana: Un concepto basado en la pasión por el diseño y la naturaleza

» Gabriela García creó la marca que ofrece joyería, objetos decorativos y diseño de espacios internos a base de plantas naturales

San José, 28 ago (elmundo.cr) – Gabriela García es una amante desenfrenada de la naturaleza y del diseño, una inclinación que la llevó a crear su propia empresa dedicada a la confección de joyería, objetos decorativos y diseño del espacio interno a base de plantas naturales.

Desde hace cinco años tomó la decisión de fundar Natura Urbana, un proyecto con el que ha logrado revertir el daño que de acuerdo con ella, hizo al planeta cuando se dedicaba a la fabricación de joyería con metales y piedras naturales.

Era un trabajo que aunque disfrutaba haciéndolo, iba contra sus principios y le provocaba como ella lo describe, un choque interno.

“Fui joyera durante nueve años y siempre fui consciente de que era un proceso que implicaba mucha contaminación, empezando por la extracción de la materia prima. En otros lugares del mundo viven situaciones ambientales y sociales muy crueles por esa práctica y saber eso creaba un choque dentro de mí”, explicó la emprendedora.

El comienzo de su felicidad

Al inicio García no tenía claro cuál sería su nuevo proyecto, pero de lo que sí estaba segura era de que tomaría como inspiración a la naturaleza.

Fue experimentando durante un tiempo con distintas plantas y diferentes formatos. Explotó su talento artístico y apostó por brindarle al mercado algo poco común.

Hoy Natura Urbana ofrece kokedamas, terrarios, recuerdos de boda, mesas vivas, centros de mesa, bosques de pared y joyería hecha con semillas, flores y hojas secas, musgos y piedras de río o volcánicas.

“Tenemos otra línea con la que estamos experimentando, tiene que ver con objetos de carácter escultórico y artístico de un formato más grande para intervención de espacios urbanos, es como escultura para la ciudad pero con plantas vivas”, indicó la empresaria.

Para ella, apropiarse de la ciudad y de los espacios públicos es de mucha importancia, ya que asegura que es señal de que la población está activa.

“Este proyecto tiene un potencial enorme de sorprender y de atraer personas y también especies animales, porque estoy enfocada en utilizar especies nativas que atraigan a polinizadores. Todo eso junto será un gran aporte a la cultura, la educación, al ambiente y a la sociedad en sí”, añadió García.

La satisfacción de los sacrificios

En Natura Urbana la creación de cada artículo comienza con un proceso de diseño, luego sigue el de experimentación y una vez que ese funcione, empieza la producción.

Todas las piezas conllevan mucho trabajo manual y artesanal, por eso, a partir de este 2018, García trabaja con tres colaboradoras que le ayudan en el área de producción.

De acuerdo con la emprendedora, esas contrataciones se traducen en crecimiento y posicionamiento de la marca, eso sí, asegura que el camino para lograrlo, estuvo lleno de aprendizaje.

“He aprendido de mercadeo, de economía, de administración, de redes, de secretariado y de otras áreas que siempre están presentes en una empresa que está en marcha, es como una pequeña universidad.”, comentó la empresaria.

Esa etapa progresiva también está marcada por mucho esfuerzo y sacrificio; de años en los cuales García sintió que trabajaba mucho más de lo que recibía.

“Es satisfactorio ver que hemos crecido, ha sido muchísimo esfuerzo por muchos años, pero cuando vemos pequeños logros nos damos cuenta que lo que sufrimos subiendo un escalón, vale siempre la pena; además, esas pequeñas cosas me motivan a salir adelante, sin esos logros no seguiríamos adelante con fuerza”, detalló García.

Uno de los retos que más marcó su empresa, fue enfrentar el factor económico que implica formar una pequeña empresa. Según la emprendedora no hay fondos que puedan utilizar pequeños empresarios para comenzar su proyecto, para invertir en prototipos, empaques y en apariencia de los productos.

“Yo tomé esas dificultades como pruebas, yo lo veo así. Es todo un reto, el idear empaques y el crear productos con el poco capital que se tenga disponible. Este proceso económico es complicado y ha frenado un poco la empresa, pero es un obstáculo que solo nos dificulta avanzar a la velocidad que deseamos”, reconoció la pequeña empresaria.

Un medio para vivir

La visión de esta emprendedora es vivir de Natura Urbana, pues asegura que trabajar para ella misma ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida.

“Trabajé muchos años para otras personas entonces necesitaba como esa libertad de hacer el proyecto que yo quería; adquirir cierta libertad. Aparte de eso, quería explotar mis dotes artísticos, mi formación es en arte y comunicación visual, entonces quería hacer algo con plantas y explotar la capacidad que tengo de crear cosas, enfocada en la naturaleza”, destacó.

Para lograr su objetivo, ha tomado ciertas medidas que considera vitales en un emprendimiento. Una de ellas es no dejar que las personas se olviden de la marca, por eso argumenta que la actualización constante de las redes y la participación periódica en ferias, son herramientas para conseguirlo.

Un mal momento = Una buena lección

Las experiencias buenas y malas de Gabriela García a través de Natura Urbana, han sido muchas. Una de las más acertadas ha sido el crecimiento personal y profesional que obtuvo.

“He tenido un proceso de enriquecimiento y siento que si por alguna razón tengo que cambiar de oficio, esas experiencias me pueden servir como herramientas”, explicó la emprendedora.

Según García, las malas experiencias nunca son totalmente perjudiciales. Para ella siempre se puede sacar una buena lección de cada mal momento.

“Siempre hay muchas personas pendientes de nuestro trabajo, entonces si uno pone a la venta un producto nuevo, ellos también comienzan a ofrecer algo igual o parecido. Sin embargo, siempre le veo el lado positivo a ese tipo de cosas”, añadió.

Por medio de esas experiencias, la pequeña empresaria indicó que el primer paso al crear un emprendimiento debe ser obtener capacitación, con el fin de que el producto o servicio sea de calidad.

También apuntó a la importancia de la presentación, pues asegura que muchas veces los productos son buenos, pero se presentan en empaques poco gustosos y llamativos.

“La constancia y el sacrificio es clave; yo cuando empecé no tenía capital, entonces trabajé durante un año para otra empresa. Cuando volví a retomar mi proyecto, ya existían otras marcas que ofrecían productos similares, pero fui perseverante y hoy esas otras marcas no existen”, contó García.

Natura Urbana se puede encontrar en distintos puntos de venta. La joyería está disponible en las tiendas Sin Domicilio Fijo, Pachamama y Eñe, además de otras tiendas de diseño y turismo fuera del Área Metropolitana.

Las plantas se pueden adquirir en el restaurante Ilú, en la tienda Sin Domicilio Fijo y en el restaurante Falalá, en Moravia.

REPORTAJE 

Periodista: Marianela Sanabria Leandro    msanabria@elmundo.cr

Fotografías: Sofía Chacón   schacon@elmundo.cr

*EmprendeCR es un proyecto de El Mundo para promover y divulgar esfuerzos de emprendedurismo. Si tenés una pequeña empresa de este tipo, podés contarnos tu historia escribiéndonos a redacción@elmundo.cr

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