San José, 12 ago (elmundo.cr) – Al cierre de junio, las finanzas del gobierno central registraron un superávit primario de 0,9% del PIB, lo que equivale a ¢450.714 millones.
La mejora neta registrada en los ingresos totales de ¢59.610 millones (0,1% del PIB 2024), y la variación neta positiva en el gasto primario, excluyendo intereses, de ¢255.138 millones (0,5% del PIB 2024) explican un menor balance primario en ¢195.527 millones (0,4% del PIB 2024), en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando alcanzó ¢646.242 millones, equivalente a 1,4% del PIB.
A nivel mensual, los ingresos totales mostraron un crecimiento interanual de 5,0%, resultado mayor al registrado en el mismo mes del 2023 (1,6%). Este incremento se atribuyó, principalmente, a la recuperación en los ingresos tributarios, que registraron una variación de 4,9%, así como por las contribuciones sociales y los ingresos no tributarios que presentaron crecimientos de 6,5% y 82,2%, respectivamente.
No obstante, a nivel acumulado, la tasa de crecimiento de los ingresos sigue siendo inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior, esto debido a la fuerte caída que experimentó el impuesto sobre la renta en el mes de marzo (-21,9%); resultado que se explica por el desplome del rubro del impuesto sobre ingresos y utilidades a personas jurídicas (-27,7%).
Los ingresos totales acumulados continúan registrando un leve crecimiento interanual, pero se ubicaron por debajo de los registrados en el mismo periodo del 2023, disminuyendo de 4,0% a 1,6% en el 2024. Esta ligera mejora se explica, sobre todo, por los ingresos tributarios (que presentaron una leve recuperación acumulada a junio), seguido por las contribuciones sociales e ingresos no tributarios, que experimentaron aumentos de 0,7%, 5,7%, y 17,8%, respectivamente. Sin embargo, al comparar la relación de los ingresos totales respecto al PIB, esta pasó de 7,8% en el 2023 a 7,6% este año, manteniendo una diferencia negativa de 0,2 p.p. de PIB.
En lo correspondiente a los ingresos tributarios, estos mostraron una leve recuperación, con una tasa de crecimiento de 0,7%, sin embargo, continúan ubicándose por debajo del crecimiento registrado en el mismo periodo del 2023, que fue 7,4%. Al comparar su relación respecto al PIB, estos pasaron de 7,0% el año pasado a 6,7% este 2024, reflejando una diferencia negativa de 0,3 p.p. de PIB.
La ligera recuperación registrada por los ingresos tributarios a junio se atribuyó, principalmente, al comportamiento de los impuestos sobre el valor agregado, único a los combustibles y selectivo de consumo. En el caso del IVA este registró un crecimiento de 4,1%, aunque fue menor al de igual periodo del 2023 (15,8%). El rubro de combustibles mantuvo un crecimiento acumulado de dos dígitos, un 15,3%, aunque inferior al mostrado en el 2023 (26,4%). Finalmente, el impuesto selectivo de consumo aumentó 24,3%, aunque también fue inferior al incremento observado en el mismo periodo del 2023, (56,8%).
A pesar del primer pago parcial del impuesto sobre las utilidades en el mes de junio, el rubro correspondiente a personas jurídicas presentó un decrecimiento de 0,4% si se compara con el mismo mes del 2023. El leve crecimiento de 0,7% que registró el impuesto de renta se explica por el crecimiento registrado en el rubro de personas físicas, que presentó una tasa de crecimiento de 13,1%, resultado mayor a la caída registrada en el mes de junio del 2023 (1,8%). Por otro lado, el componente de remesas al exterior mostró una caída significativa de 19,7%.
Los resultados registrados a junio en los impuestos correspondientes al valor agregado, combustibles y selectivo de consumo compensaron levemente el deterioro que continúa registrando el impuesto a los ingresos y utilidades, así como el impuesto a la propiedad. Como se ha señalado, la afectación que arrastra el impuesto sobre la renta corresponde al segmento de personas jurídicas, que registró una variación negativa de ¢105.894 millones (0,2% del PIB 2024) si se compara con el mismo periodo del 2023. Asimismo, el impuesto a la propiedad, especialmente el rubro de impuesto a la propiedad de vehículos mostró una diferencia negativa de ¢36.397 millones (0,1% del PIB 2024) en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El gasto primario experimentó un crecimiento acumulado de 8,4% al primer semestre del año, superando el promedio de 5,7% registrado en los últimos 13 años (2012-2024). Al mismo tiempo, en términos de PIB, se situó en 6,7%, lo que representa una diferencia de 0,2 p.p. respecto al mismo periodo del año anterior (6,4%).
La variación neta positiva de ¢255.138 millones (0,5% del PIB 2024) que se registró en este rubro en comparación con junio del 2023 se explica por las partidas de remuneraciones, transferencias corrientes, y gasto de capital, las cuales, prácticamente, explicaron el 98,5% de esta variación. Asimismo, los rubros correspondientes a bienes y servicios, así como la concesión neta de préstamos, tuvieron una contribución neta positiva (1,5%) al resultado neto del gasto primario.
El comportamiento de las remuneraciones se debió, mayormente, al cumplimiento del compromiso asumido por el Gobierno de pagar a los servidores públicos el retroactivo correspondiente al aumento general a la base, entre ¢7.500 y ¢8.750, congelado desde el 2020. Se debe indicar que el pago del retroactivo del periodo 2020-2023 se realizó entre marzo y abril del presente año, y lo correspondiente al 2024 se efectúo en el mes de junio.
A junio, las transferencias corrientes mostraron una variación neta positiva de ¢83.982 millones (0,2% del PIB 2024), principalmente atribuida al aumento en las transferencias corrientes al sector público, que registraron una diferencia de ¢99.472 millones en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los recursos destinados a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), por distintos conceptos, explican el 88,3% de esta variación neta, el restante 11,7% se distribuyó entre entidades como Juntas de Educación, FEES más otros recursos que se les transfiere a las universidades, entre otros.
El gasto de capital experimentó un crecimiento de 27,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mayor al registrado en el 2023 (20,1%). La variación neta positiva de ¢67.419 millones (0,1% del PIB 2024) se explica, sobre todo, por el rubro de transferencias de capital, específicamente los rubros al sector público y con recurso externo, ya que la inversión mostró una variación negativa.
En cuanto a las trasferencias, el segmento destinado al sector público aumentó ¢43.855 millones, lo que se atribuye, en gran medida, a los recursos destinados al Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) y a las Juntas de Educación, ambas explican el 81,0% del cambio. En el caso de las transferencias financiadas con fuente externa, estas aumentaron ¢40.957 millones en comparación con el mismo periodo del 2023, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) explica el 95,6% de la variación neta.
Por su parte, la inversión registró un decrecimiento de 15,9% en comparación con junio del 2023, explicado, principalmente, por los rubros de edificios2, y vías de comunicación terrestre3.
El pago de intereses de la deuda alcanzó ¢1.165.336 millones, lo que equivale a 2,4% del PIB. Este resultado mostró un crecimiento interanual de 10,4% en comparación con el mismo periodo del 2023, cuando ascendió a ¢1.055.886 millones (2,2% del PIB). Del total pagado a junio, el 78,5% correspondió a intereses de deuda interna, mientras que el restante 21,5% fue destinado a deuda externa. El resultado alcanzado a junio representó el 47,1% del total de los recursos asignados para ese rubro en el presupuesto nacional de la República, que asciende a ¢2.475.335 millones4, equivalente a 5,0% del PIB.
La deuda del Gobierno Central a junio alcanzó ¢29.211.399 millones o US$ 55.269 millones.5 Si este resultado se compara con el cierre del 2023, la deuda mostró un aumento neto de ¢449.117 millones, ya que a diciembre del año pasado era de ¢28.762.282 millones. La disminución neta de la deuda interna fue ¢215.418 millones, mientras que el aumento neto de la deuda externa ascendió a ¢664.535 millones.
Los resultados de la deuda a junio se explican por las colocaciones/desembolsos netos, los resultados de los canjes de deuda, así como por el diferencial cambiario. En el caso de los desembolsos netos, es importante mencionar que en el mes de junio se recibieron los últimos desembolsos de los préstamos con el FMI, correspondientes a la sexta y última revisión del acuerdo SAF y la tercera revisión y final del acuerdo SRS; el desembolso del BCIE para el Programa de Emergencia; así como del BIRF para el proyecto Hacienda Digital.
Como parte del monitoreo de la relación deuda a PIB, preliminarmente, dicha relación al cierre de junio fue 59,4% del PIB. Este resultado representa una diferencia de 1,7 p.p. en comparación con el cierre del 2023, que fue 61,1% del PIB. De igual forma, es importante señalar que por seis meses consecutivos la relación deuda a PIB en el 2024 se ha mantenido por debajo del 60%, superando el resultado alcanzado los primeros tres meses del 2023, cuando dicha relación se ubicó por debajo de dicho parámetro.
Al comparar el saldo de la deuda al cierre de junio con el cierre del 2023 (1,9%) este creció 1,6%. Este resultado se ubicó por debajo del promedio registrado en el periodo 2009-2024 (13,6%), y del crecimiento del PIB nominal proyectado por el Banco Central (BCCR) y publicado en el Informe de Política Monetaria (IPM) para el cierre del 2024, el cual es 4,4%.
Según el perfil de la deuda del Gobierno Central a junio, el 58,2% tenía un plazo de vencimiento superior a cinco años. Además, el 69,6% estaba contratada a tasa fija, y el 60,9% estaba denominada en colones. En cuanto a la composición, el 71,9% correspondió a deuda interna. En términos de vencimientos, hasta diciembre alcanza aproximadamente ¢769.821 millones (US$1.457 millones).
En cuanto al servicio de la deuda que el país debe afrontar para el periodo 2024-2054, aproximadamente el 55,1% de estos pagos se concentra entre lo que resta del 2024 hasta el 2030.
Por último, al cierre de junio el EMBI6 Costa Rica alcanzó 213 p.b. Esta cifra representó una diferencia de 296 p.b con respecto al EMBI LATAM, que se situó en 509 p.b, y de 131 p.b. en comparación con el EMBI GLOBAL, que fue de 344 p. b. Esta situación continúa reflejando una mejor percepción de riesgo favorable en comparación con países con mejor calificación crediticia, como México, Colombia, Panamá, así como República Dominicana según las calificaciones de S&P Global Ratings y Moody’s.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, señaló que “los resultados fiscales al primer semestre del año reflejan el esfuerzo que ha hecho el país para mantener la relación deuda a PIB por debajo del 60% y esto tiene trascendencia, porque, si bien el comportamiento de los ingresos ha impactado el resultado del superávit primario, hemos logrado mantenerlo cerca del 1% del PIB a junio, gracias a un control responsable del gasto. Esto es importante, porque no queremos endeudar más al país”.
“Seguimos creando las condiciones para un crecimiento ordenado del gasto público. Tenemos la meta firme de estabilizar la relación deuda a PIB por debajo de 60% en el 2025 y seguiremos haciendo el trabajo a pesar de factores externos que, sin duda, hacen más largo el camino. Me refiero a decisiones legislativas y ordenamientos de la Sala Constitucional que debemos atender, a pesar del estado de las finanzas públicas”, agregó.
Acosta destacó que la gestión estratégica de pasivos, así como el plan de financiamiento alineado con la estrategia de endeudamiento, permitieron honrar de manera exitosa los altos niveles de vencimientos que se han presentado en estos primeros seis meses del año.
Asimismo, se ha logrado rebajar hasta 373 puntos base las tasas de interés a las que se colocan los títulos valores de deuda interna en colones, así como hasta 101 puntos base en dólares, esto a pesar de una coyuntura de tasas de interés altas.