Crédito inteligente, la clave para un futuro financiero saludable

San José, 1 mar (elmundo.cr) – Las deudas son como las batallas: hay que aprender a elegirlas. Por eso, antes de asumir un compromiso financiero, es fundamental preguntarse si es necesario y, de ser así, qué propósito cumplirá en su bienestar. De esa forma, tomará el primer paso para aprender a balancear su salud financiera.

Bajo este escenario, se habla de créditos saludables como el vehículo para alcanzar grandes objetivos que, de otro modo, se tardaría mucho más tiempo en lograr. Los expertos señalan que este tipo de compromisos financieros no deben absorber más del 35% y 40% de los ingresos mensuales, pero además tienen que tener un propósito y una estrategia clara, que genere valor a largo plazo y mejore la salud financiera.

“Al adquirir una deuda, es importante ser intencionales, es decir, claros en el propósito, y hacer una valoración 100% realista sobre si es necesaria y si dará frutos; incluso, pensar si contribuirá a mejorar nuestra salud financiera en el futuro. En este caso, estamos ante créditos saludables”, explica Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC.

Por su parte, Jorge Solís, asesor y coach de finanzas y emprendimiento, añade que un crédito saludable es aquel que genera un ahorro considerable en el tiempo, y permite aumentar o crear ingresos.

Por ejemplo, si se adquiere un crédito para invertir en un emprendimiento, se esperaría que, con el tiempo, genere ingresos suficientes para cubrir la deuda todos los meses. No obstante, hay otro tipo de deudas que hay que asumir debido a que no se planificaron antes con un ahorro de emergencias, por ejemplo, aquellas relacionadas a situaciones de salud.

Ante la pregunta frecuente sobre si el crédito de vivienda es una deuda saludable, Solís indica que la respuesta varía de persona en persona y se responde tras hacer los números respectivos. Estos determinarán si se puede pagar sin que comprometa la estabilidad financiera de la persona.

“Lo aconsejable es tener un ahorro para la prima, de manera que el crédito que voy a asumir sea adecuado según mi capacidad de pago e, idealmente, similar a lo que se pagaba, por ejemplo, en un alquiler. En este caso el crédito de la casa termina siendo más interesante”, comenta el asesor financiero.

Determine su nivel de sobreendeudamiento

Un escenario opuesto al de las deudas saludables es el sobreendeudamiento, que es la incapacidad para hacerle frente a los compromisos financieros. Cuando lo que se tiene que pagar es tan alto que ya no se cubre con los ingresos, es cuando las cosas se han salido de control.

Si los compromisos financieros, incluyendo el crédito de vivienda sobrepasan el 45% del total de ingresos, se podría estar frente a una situación de sobreendeudamiento.

Otras razones más cualitativas que podrían determinar una situación de sobreendeudamiento son: atrasos constantes en las cuotas, recurrir a préstamos para pagar otros préstamos, pagar lo básico del hogar (alimentos, servicios públicos, alquiler de la casa) con financiamiento, o tener que vender pertenencias para honrar los compromisos financieros.

Además de tener paciencia y disciplina ante un escenario de sobreendeudamiento, algunas maneras para trabajarlo podrían ser negociar arreglos de pago con los acreedores, vender artículos de cierto valor que permitan saldar créditos, recibir educación financiera para que la persona no se vea envuelta a largo plazo en la misma situación, revisar los gastos diarios y recortar aquellos que no son imprescindibles, así como generar ingresos adicionales.

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