Extremadura, 22 feb (elmundo.cr) – Costa Rica sostendrá este fin de semana, por primera vez, una cita con miles de amantes de las aves a quienes buscará seducir con imágenes de colibríes con plumaje metálico, tucanes, quetzales, pájaros campana, chocuacos, algunas aves rapaces y otras especies.
En este Parque Nacional Monfragüe en Extremadura, España santuario mundial de la observación de aves, reconocido desde hace seis años como reserva de la Biosfera de la UNESCO, Costa Rica y sus más de 900 especies de aves (más que Estados Unidos y Canadá juntos), será el país invitado en la 14ª edición de la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), a realizarse del 22 al 24 de febrero.
“Sin duda participar por primera vez de una feria especializada en turismo de observación de aves nos permite abrir una ventana mundial y posicionar a Costa Rica como un destino con amplias posibilidades de desarrollo en un segmento turístico especializado y de alto poder adquisitivo”, manifestó Rafael Soto, gerente del proyecto de Ruta Nacional de Observación Aves del ICT.
“Además el perfil del aviturista tiene una conexión importante con el cuidado de la naturaleza y las prácticas sostenibles”, agregó.
En el evento, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) contará con un stand para promocionar esta Ruta. Costa Rica exhibirá imágenes de la biodiversidad que ilustra nuestros avances en materia de turismo de observación de aves.
En su menú, el FIO incluye dos talleres y ocho conferencias de fotografía de naturaleza, impartidas por profesionales de reconocido prestigio en España, siete exposiciones de fotografía y arte, y 16 charlas sobre turismo, conservación y viajes, incluida una dedicada a Costa Rica.
El sábado 23 de febrero el gerente del proyecto de Ruta Nacional de Observación Aves del ICT será el expositor de la conferencia “Una mirada atenta en los cielos de Costa Rica” ante una audiencia especializada de profesionales y público general.
La charla se enfocará en el desarrollo del aviturismo en Costa Rica con sus diferentes componentes, su importancia en el ámbito mundial, la Ruta Nacional de Observación de Aves y la alta diversidad de especies en un territorio pequeño pero amplio en biodiversidad.
“La posición geográfica, la presencia de dos costas, su sistema montañoso, microclimas, pisos altitudinales y zonas de vida de amplia riqueza natural, así como los múltiples ecosistemas, permiten las condiciones naturales idóneas para la existencia de una avifauna de gran diversidad con más de 900 especies agrupadas en 94 familias diferentes, de las cuales unas 220 de ellas corresponden a especies migratorias. Costa Rica es considerada por los expertos como uno de los destinos de observación más importantes del mundo”, explicó Soto.
La participación en la FIO inaugura la presentación del país en estos eventos especializados. El ICT adelantó que podría acudir a otras tres ferias de aviturismo en Estados Unidos, Inglaterra y nuevamente España en el transcurso del 2019.
La FIO la organiza la Junta de Extremadura y reúne lo más sobresaliente del turismo de naturaleza y la ornitología, particularmente empresas especializadas en avistamiento de aves, destinos turísticos del mundo y asociaciones conservacionistas.
Turistas amantes de las aves
La observación de aves es una de las actividades turísticas más antiguas de Costa Rica y se realiza comercialmente desde hace más de 40 años, complementándose de guías altamente profesionales.
Estudios del ICT revelan que el mercado potencial de observadores de aves se estima en más de 9,2 millones de personas en el mundo, miembros de organizaciones internacionales de observadores de aves especializados en aviturismo.
El 98% de dichas asociaciones se concentra en Estados Unidos y Europa, una notable coincidencia con los principales mercados emisores de turistas hacia Costa Rica. Además, el gasto promedio de los turistas interesados en el aviturismo asciende a $3.221 con una permanencia de 18 noches y amplios desplazamientos por el país para el avistamiento de especies.
La Ruta Nacional de Observación Aves ha sido desarrollada para observadores de aves (tanto nacionales y extranjeros, especialistas y principiantes), como un circuito que integra prácticamente todo el territorio nacional, con locaciones seleccionadas para permitir una experiencia de alto valor agregado, no solo por la alta diversidad de especies de aves que puede llegar a observar, sino por los complementos de cultura, ruralidad y comunidades locales que se integran en esta ruta, impactando positivamente la economía de las regiones turísticas del país.