Washington, 4 abr (elmundo.cr) – La economía de Centroamérica y República Dominicana ha continuado creciendo en el último año, aunque con una importante heterogeneidad entre países. En concreto, para 2018 se estima un crecimiento del 3,8%, nivel similar al de 2017, gracias a un desempeño económico saludable de su principal socio comercial, Estados Unidos.
La región centroamericana ha mejorado en varios indicadores como inflación, balance de la cuenta corriente y reservas internacionales. Sin embargo, también ha venido enfrentando importantes desafíos.
En el ámbito externo, destaca una reducción de precios internacionales en importantes productos de exportación como el azúcar y el café, el inicio de un ciclo de alzas monetarias en Estados Unidos y una reducción de la tasa a los ingresos corporativos en ese país.
Asimismo, se ha mantenido la incertidumbre sobre un posible escalamiento de políticas comerciales proteccionistas que podrían ralentizar la economía global y un endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos. En el ámbito interno, se registra un menor espacio fiscal y eventos climáticos y sociopolíticos en diferentes países.
También se observa que la inversión financiera y directa varía entre países de acuerdo a sus fundamentos económicos.
Estas son algunas de las conclusiones del reciente informe macroeconómico del BID, Ante los desafíos externos, fortalezas internas: entorno económico de Centroamérica y República Dominicana, que pretende contribuir al análisis sobre los retos de la coyuntura económica que enfrenta la región e invitar a la reflexión sobre las potenciales políticas que esta debe asumir para enfrentarlos con mayor eficacia.
Con un crecimiento estimado en Centroamérica en 2019 por encima del 4% (4,2%), el informe recomienda consolidar la estabilidad macroeconómica que ha venido construyendo, con énfasis en su posición fiscal, y aumentar la competitividad mediante mejoras en la calidad regulatoria e institucional. Estos elementos en su conjunto han mostrado ser el mejor seguro ante los riesgos externos, y contribuirían a aumentar el atractivo y competitividad de la región.
“Los países de la región pueden dar pasos para ser más resilientes en un entorno de importantes retos tanto internos como externos”, dijo Verónica Zavala, Gerente General del Departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y la República Dominicana del BID, “algo particularmente relevante en un momento en que la inversión financiera pone especial atención a los fundamentos económicos de los países”.
El trabajo del Grupo BID en Centroamérica y República Dominicana
A pesar del mayor crecimiento, la región continúa exhibiendo tasas de pobreza y desigualdad de las más altas de América Latina y el Caribe, donde cerca de 20 millones de personas continúan viviendo en situación de pobreza y donde el ingreso del 10% más rico es 10 veces mayor al del 10% más pobre.
Por ello, el trabajo del Grupo BID en Centroamérica ha sido sumamente intenso, aprobando casi US$3.000 millones en 2018 para desarrollar nuevos proyectos en Centroamérica y la República Dominicana. Así lo recoge el Informe de Actividades 2018, que resume el trabajo del Grupo BID en 2018 en Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
El concreto, se aprobaron 21 nuevos préstamos al sector público por valor de US$2.476 millones y se brindó asistencia técnica mediante 97 donaciones por valor de US$50 millones. A esto se suman 15 operaciones por valor de US$417 millones de BID Invest, el brazo de inversión del sector privado, y US$12 millones correspondientes a 12 proyectos de BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID.