San José, 24 oct (elmundo.cr) – La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 3,5% anual, según lo acordado este jueves 23 de octubre. La entidad reafirmó su compromiso con una inflación baja y estable, así como con una política monetaria prudente y prospectiva.
Esta decisión se basa en un análisis de la evolución reciente de la inflación, sus proyecciones y los factores macroeconómicos determinantes, además de los riesgos internos y externos que podrían afectar su trayectoria.
Durante septiembre, la inflación general se situó en -1,0% interanual, mientras que el promedio de los indicadores de inflación subyacente alcanzó el 0,2%. Ambos indicadores se mantienen por debajo del rango de tolerancia establecido (3,0% ± 1 punto porcentual). Las proyecciones a corto plazo sugieren que la inflación permanecerá en valores negativos durante el resto del año y los primeros meses de 2026, principalmente debido al choque climático experimentado a finales de 2024 e inicios de 2025.
La actividad económica actual muestra una aceleración. El Índice Mensual de Actividad Económica creció un 4,8% interanual en agosto, con una aceleración en el régimen definitivo que alcanzó el 2,8%. El crecimiento promedio de los primeros ocho meses del año fue de 4,4%, consistente con un nivel de producción cercano al potencial de la economía.
El mercado laboral presenta una menor tasa de desempleo y un crecimiento de los salarios reales. Asimismo, se observa una menor participación laboral, atribuida principalmente al envejecimiento poblacional y a decisiones internas de los hogares, como el cuidado de dependientes, factores que trascienden la política del Banco Central.
En el contexto internacional, se consideró la reciente revisión al alza de las proyecciones de crecimiento económico por parte de organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Fondo Monetario Internacional. Esta revisión se explica por el adelanto de compras y acumulación de inventarios ante las barreras comerciales anunciadas. Sin embargo, persiste una elevada incertidumbre debido a la indefinición de dichas políticas, el posible traslado al consumidor final del costo de los aranceles y los riesgos asociados a conflictos geopolíticos en curso.
La Junta Directiva, de manera unánime, consideró que el nivel actual de la TPM, junto con las expectativas de inflación, es coherente con una postura de política monetaria cercana a la neutralidad. Además, se valora la necesidad de dar espacio para que continúe el proceso de transmisión de las recientes reducciones al resto de tasas de interés del sistema financiero.
El Banco Central reiteró su compromiso de ajustar la TPM de forma oportuna y en la dirección que corresponda, según las condiciones macroeconómicas y la valoración de los riesgos, siempre con el objetivo de preservar la estabilidad macroeconómica y el bienestar de la población.