San José, 8 de abril. – La Junta Directiva de Alajuelense reveló, hace poco más de dos años, un diseño preliminar de lo que podría ser su nuevo estadio.
Un inmueble que tendría una capacidad que rondaría los 22 mil o 24 mil espectadores. Una estructura de primer nivel pero con una capacidad menor a la del Estadio Nacional.
Muchos se preguntarán el por qué un estadio con un aforo mayor, si el estadio Alejandro Morera Soto tiene espacio para 17.900 personas y solo se llena para juegos semifinales, finales o partidos internacionales. Además, en los clásicos ante el Deportivo Saprissa.
En el seno del club, consideran que el estadio actual “desencanta” a un sector de la afición porque el hecho de ingresar al casco central de Alajuela pone a pensar a más de uno. Presas enormes y la búsqueda de parqueos hace que muchos piensen quedarse en la casa para observar el partido.
En el seno de la dirigencia manuda se considera que el hecho de construir el estadio en Siquiares, en el distrito de Turrúcares, la feligresía rojinegra tiene mayores vías de acceso, se podría llegar por la Ruta 27 y por la autopista Bernardo Soto.
Inclusive, aficionados de otros lugares cercanos como El Coyol, San Antonio del Tejar y La Guácima tienen diferentes maneras de asistir.
También aficionados de Atenas, La Garita, Orotina y sectores cercanos al Pacífico Central tendrían el estadio a una distancia relativamente corta.
El inmueble también tiene contemplada la existencia de parqueos dentro de la misma construcción, por lo que el aficionado no tendría que buscar otros lugares para estacionar su vehículo.
Según conoce Mundo Deportes, el diseño de lo que podría ser el nuevo estadio rojinegro, no dista mucho de las imágenes que la dirigencia le reveló a sus socios a la afición a finales del año 2018.
Financiamiento. Alajuelense le dio a sus aficionados la buena noticia que el club quedaba libre deudas con entidades financieras, luego de una negociación con Representación Televisiva Repretel por los derechos de transmisión.
Así, los rojinegros liberaron el Morera Soto del fideicomiso hipotecario que pesaba sobre el inmueble.
Además, se liberaba de un pago mensual que rondaba los $94 mil por concepto de pagos a diferentes acreedores.
Con esto, cualquiera podría pensar que Alajuelense podría solventar la nueva construcción, pero no es así.
Los erizos tendrían el apoyo de un banco privado que les permita iniciar la construcción del nuevo estadio.
Además, la venta de palcos generaría un ingreso importante para echar andar la construcción del estadio.
Obras en las que se tardarían al menos 24 meses. Por esta razón, los manudos conservarán el Morera Soto.
En el año 2018 se informó por parte de la Comisión de Estadio que este proyecto implicaría una inversión de $26 millones, tomando en cuenta los costos indirectos que contemplan los planos, los permisos, el financiamiento, el costo del financiamiento, entre otros rubros.
Sin embargo, en aquel entonces se contempló que esa cifra puede bajar, pues va a depender de si el estadio lleva media cubierta o si se la hacen completa.
“En la asamblea anterior habíamos dicho que el monto de la construcción eran $22 millones, había otra alternativa sin una parte de la cubierta que andaba en $17 millones y lo que aumenta a $26 millones son todos los costos indirectos que nosotros hicimos en el análisis, que se requieren, para poder construir el proyecto”, apuntó Rodrigo van der Laat hace tres años cuando se hizo público el tema.
Van der Laat es socio y actual asesor de la Junta Directiva encabezada por Fernando Ocampo, también fue dirigente en la época de Raúl Pinto Odio.
“Hay elementos tecnológicos que son caros y que podríamos nosotros en una primera etapa no tenernos, o podríamos quitar una parte de la cubierta y poner esos dispositivos tecnológicos. Yo siento que lo mejor es colocar de una vez la cubierta del techo completa y poco a poco en el tiempo complementarlo con toda la tecnología que requiere el estadio”, manifestó hace poco más de dos años van der Laat.
