El Estadio Alejandro Morera Soto vivió este miércoles uno de los momentos más espectaculares en la historia reciente del fútbol costarricense. La afición de Alajuelense preparó un recibimiento inolvidable para su equipo en el partido de vuelta de la final de la segunda fase ante el Deportivo Saprissa, encendiendo la noche con luces, pólvora y drones.
Un juego de pólvora perfectamente sincronizado, pulseras con luces blancas entregadas a los asistentes, efectos visuales con drones y una afición completamente entregada dieron vida a una postal única que sorprendió incluso a quienes están acostumbrados a la intensidad de los clásicos nacionales.
La magnitud del espectáculo fue tal que, en redes sociales, algunos se preguntaron si este tipo de recibimientos podrían acarrear sanciones por parte de UNAFUT. Pero la respuesta es clara: no habrá ninguna sanción.
Todo el montaje fue realizado con los permisos y protocolos exigidos por las autoridades, incluyendo el Ministerio de Salud, Fuerza Pública y otras instancias que regulan eventos masivos. Además, el espectáculo fue ejecutado por personal profesional, tal como lo exige el reglamento.
🔖 No es la primera vez
Este tipo de espectáculos no es nuevo en el fútbol costarricense. En noviembre de 2023, el Saprissa también recibió autorización para realizar un evento similar en el Estadio Ricardo Saprissa Aymá, durante un clásico de fase regular. En ese entonces, Victoria Ross, expresidenta de UNAFUT, explicó:
“Es falso que no se pueda usar pólvora en estadios. Sí se puede, siempre y cuando se tengan los permisos adecuados del Ministerio de Salud y Fuerza Pública. Uno de los requisitos es que se haga en cancha y sean expertos los que la operen. Bajo estas condiciones, sí se puede”.
Las mismas condiciones se cumplieron este miércoles en la gramilla del Morera Soto. Así lo confirmaron fuentes cercanas al club, que destacaron el trabajo de coordinación y cumplimiento normativo.
🔥 Un clásico que empezó antes del pitazo inicial
Más allá del trámite del juego, lo cierto es que el clásico empezó desde antes que rodara el balón. El recibimiento organizado por la afición y ejecutado con total legalidad fue una muestra del poder de convocatoria, organización y entrega que existe alrededor del fútbol nacional cuando se mezcla pasión con responsabilidad.