Redacción, 20 de marzo (elmundo.cr) El arbitraje nacional continúa en el ojo del huracán, ya que en el partido entre San Carlos y Alajuelense ocurrió un pleito entre el árbitro central David Gómez y su asistente Víctor Ramírez.
Todo inició cuando el línea levantó su bandera para anunciar una falta de penal que cometió el manudo Suhander Zúñiga contra el rival Samir Félix.
Gómez no lo ve y continúa el partido, pero cuando se percata, se dirige al asistente con una prepotencia evidente y le dice que él es la manda. Ambos árbitros se enfrascan en un pleito pasado de tono y con intercambio de palabras fuertes, por lo que Steven Madrigal, el cuarto árbitro, interviene para parar el ridículo, que estaba siendo transmitido, en vivo, por televisión nacional.
La lucha de poner siguió, ya que Ramírez no se movía e insistía que era falta de penal porque tuvo la capacidad visual para observar la acción, pero el central decide no pita. El partido continuo y ambos árbitros se mostraron desconcentrados por el bochornoso momento.
Además, la polémica trascendió los límites de la cancha, porque luego del empate 2-2, el entrenador Víctor Abelenda, catálogo de paupérrimo el trabajo de los silbateros.
“No me gusta hablar de los árbitros porque se pueden equivocar, pero lo de hoy es decepcionante, paupérrimo y lamentable. La verdad es la primera vez en mi carrera y vida que vivo algo así. Es como que en este medio pongamos el VAR, los llamemos a revisar y todo el mundo diga que es penal, pero que el central diga que no es penal”, afirmó Abelenda durante la conferencia de prensa.
El entrenador detalló que los árbitros son seres humanos y pueden equivocarse, pero esa jugada específica no había error y no era una posible falta, era un penal real.
Además, indicó que no se señaló la falta porque el central no quiso.
“Para el línea y el cuarto árbitro mis respetos, porque se plantaron y lo marcaron desde un principio y el que no que quiso fue el central”, concluyó el estratega.
