Andrés Carevic es un técnico joven formado quizás en la mejor universidad del fútbol latinoamericano como lo es el club Pachuca.
El argentino tiene 42 años y su camino como entrenador tiene dos paradas, Mineros de Zacatecas en el 2017 y Alajuelense desde el 2019 hasta la fecha.
En ambos clubes tuvo un gran desempeño en cuanto a números de fases regulares, por cosas del fútbol, en las series semifinales o en finales tiene un rendimiento en rojo. Lamentablemente es así, una de las injusticias del fútbol.
Carevic es un técnico dedicado a su trabajo como pocos he visto. Trabajador en el terreno de juego en cada práctica, trabajador luego de los entrenamientos revisando los datos de cada jugador junto con su preparador físico.
Y en casa invierte mucho tiempo repasando los videos de cada rival.
En el país siempre avanzó a las instancias finales. Perdió el título en el 2019, la noche de aquel 22 de diciembre pocos liguistas la podrán olvidar.
Alajuelense perdió el título de una manera que pocos pueden creer. Literalmente se escapó de las manos. ¿Qué pudo hacer Carevic esa noche?
En el siguiente semestre se perdió la final ante el Saprissa en una serie en la que quizás sí pesó un poco más lo técnico – táctico.
Para finales del 2020 logra su ansiado título, el más anhelado por los rojinegros. Días después Alajuelense gana la Liga de Concacaf.
Justo premio para el buen trabajo desempeñado.
Luego viene la catástrofe que sucedió en 180 minutos. Donde hubo errores marcados en jugadores claves, como sucedió con Bryan Ruiz y Leonel Moreira.
Algunos opinan que se pudo resguardar mejor cuando Alonso Martínez le da la ventaja en la serie. Jugar a defenderse mejor y contragolpear con sus hombres más rápidos, como lo hizo en algunos tramos del torneo y que le trajo resultados.
Sin embargo, quedaban cerca de 25 minutos para finalizar el juego y ese gol de Alonso Martínez no aseguraba nada ante un cara a cara parejo.
Al final todos conocemos el desenlace. Ninguno de los jugadores tampoco atinó a bajar a Mariano Torres antes de servir el pase a David Guzmán.
Nadie habla tampoco que Barlon Sequeira descuidó su zona y Guzmán recibió sin marca para fusilar a Mauricio Vargas.
En frío, Carevic tiene poca culpa en lo acontecido.
Con solo un penal que hubiese marcado Ruiz, la cosa sería otra cosa. Si Moreira no comete el error que cometió…
Andrés Carevic lo ha soportado todo, la incertidumbre de quedarse sin trabajo luego de perder ante Guadalupe en casa el 22 de agosto del 2020.
La continuidad del argentino pendía de un hilo, la dirigencia le pidió al director deportivo, Agustín Lleida, buscar un nuevo técnico si los resultados inmediatos no se daban. El grupo de jugadores conoció la decisión y respaldó a Carevic en la cancha al sacar los juegos ante Herediano en el Cuty Monge y ante el Santos en el Morera Soto, en ambos juego La Liga ganó 2-1.
Para ese juego ante el equipo guapileño, un sábado por la noche, Lleida ya tenía listo un contrato para ser firmado por el nuevo técnico rojinegro. Sin embargo, el respaldo de los jugadores evitó la caída de su técnico.
El convivir con Geiner Segura como asistente fue bueno. Agustín Lleida dejó claro a lo interno que Segura llegaba como el auxiliar número uno y recordó las posiciones de cada quien en el cuerpo técnico por si alguien tenía dudas.
Sin embargo, las noticias en la prensa comenzaron a incomodar. Cada equipo que debía contratar un técnico y las noticias colocaban al Fantasma Segura en ese banquillo. Pasó en San Carlos, pero ahí se enteraron que ya Geiner tenía un arreglo con Cartaginés, pero él quería vivir la experiencia de lo que era disputar una serie en Liga de Campeones de la Concacaf.
Ese vaivén incomodó a lo interno de cierta forma. Además, para algunos el trabajo de Segura no terminaba de llenar el ojo. Y creen que es más el buen empujón que le da la prensa deportiva que otra cosa.
Al final, de acuerdo a lo que sucedió en la semifinal ante el Saprissa, ¿qué diferencia se hubiese tenido con el Fantasma en el banquillo?
Alajuelense mostró en cancha tener el temple y la gallardía para darle vuelta a una serie que en algún momento la tuvo perdida.
Una serie que se fue de las manos por errores puntuales cometidos por sus jugadores. Los mismos que aportaron para obtener la 30, hicieron todo para que se fuera la 31.
En frío, Andrés Carevic no necesita a nadie que le ayude, necesita a alguien que lo complemente mejor. Actualmente tiene a alguien que se ocupa más de las fotografías para sus redes sociales que por el trabajo al que debe desempeñarse.
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