
Alajuela. Jonathan McDonald regresó al gol tras un largo letargo con las redes.
El goleador llegó al juego en el que casi siempre le va bien. En el de este domingo no fue la excepción.
El atacante llegó con tino y le marcó su gol número 20 al Monstruo. Su presa favorita, ya que es el equipo al que más goles le ha marcado.
“Son los partidos que me encantan jugar, es un regalo de Dios que me da de hacer un partido que siempre soñé jugar, así que agradecido con Dios, con mi familia. No fue un semestre anterior fácil para mí, adaptándome a roles y a situaciones que nunca me habían pasado en mi carrera”, expresó el delantero en FUTV.
Además, confiesa que a nivel de grupo hablaron sobre la importancia de ganarle al Saprissa. Equipo que llegó líder a la cita, era el invicto y ellos querían salir de la última posición.
“Lo hablamos, que el líder, que el campeón nacional, que el campeón de Copa y demás, que era el escenario ideal para levantarse. La intensidad, el querer morder, el no regalar un segundo, yo creo que ahí fue donde mejoramos. Este es el principio apenas, esta es la tercera fecha y tenemos que seguir mejorando la intensidad en los entrenamientos porque recibimos goles y casi nos remontan”, explicó.
Herediano analizó bien al rival, sabía lo que le dolía y decidieron presionarlos desde la primera línea. No dejarlos jugar.
“Tratamos de presionarlos, de no dejar que pensaran y sabíamos que ellos nos iban a presionar, entonces empezamos a jugarles un poco más directo, un poco más largo y ganar las segundas pelotas, ahí fue la clave”, explicó.
El jugador menciona que en la actualidad vive las cosas con más mesura, el semestre anterior no la tuvo nada fácil. Su cuerpo resistió varias lesiones y eso lo dejó fuera de la gran mayoría de fechas.
“Me levanto con la misma ilusión de hace 15 años atrás que me levantaba, más maduro, más sensato. No fue un semestre fácil para mí, se me vinieron muchas situaciones, lesiones que tenía mucho de no lesionarme y cuando iba a jugar me dio covid-19. El compañero que entró por mí lo hizo muy bien y después de ahí no pude agarrar minutos por confianza del cuerpo técnico anterior.
”A veces el pico de rendimiento cae, pero está en uno quererse levantar y querer luchar por volver a estar en la cima”, señaló.
McDonald también se vio diferente en todo sentido. El juego tuvo sus conatos de bronca y en otro momento el jugador era el implicado. Esta vez, el 19 florense fue mediador para calmar las aguas tanto en su equipo como en las filas moradas.
“He sufrido mucho en mi carrera y yo quiero que los jóvenes no sufran tanto como yo lo sufrí, verdad. Tuve que hablarle a (Michael) Barrantes que es amigo mío y decirle: ‘¡Mae! Ya, ya está bueno’. A (Wálter) Cortés también, hablarle a Gerson (Torres) que salió caliente del partido. El pelear, el luchar y eso es adentro, ya afuera es tontera”.
Piensa que esos jugadores al final se pueden topar en la Selección, o en un restaurante y no va a pasar nada.
“A veces nosotros mismos caldeamos los ánimos, pero es las mismas ganas de competir y las mismas ganas de hacer las cosas bien. A lo largo de mi carrera he sido así, pero son cosas que traigo en la sangre, que no me gusta perder, que quiero lucharlas todas, quiero ganarlas, no me gusta perderlas, son situaciones, pero la madurez me ha llevado a estar en otra etapa de mi vida ya”, finalizó.