Alajuelense es quizás el equipo más democrático del país. Los dueños del club son sus socios, y en esa asamblea hay fracciones claras, donde incluso La 12, la barra organizada del club, tiene peso a la hora de votar. Alexander Guimaraes entiende bien cómo se maneja la política manuda, y la posible salida de Joseph Joseph también influyó en su decisión sobre la duración de su contrato.
La última asamblea fue muy disputada. En junio pasado se eligió al vicepresidente, al prosecretario, al protesorero y a dos vocales, además de un fiscal. El grupo afín al presidente Joseph Joseph ganó la votación por un estrecho margen de 34 votos.
Fue una asamblea con una participación importante, con casi 400 socios presentes, de los cuales 257 votaron. En el recuento, la papeleta oficialista obtuvo 135 votos, mientras que Transparencia Rojinegra, con Daniel Salazar como candidato a vicepresidente, registró 119 sufragios. Esto significa que el 52,5% del padrón votante apoyó a Enrique Morúa, el actual vicepresidente.
Guimaraes disipó las dudas sobre por qué solo extendió su contrato hasta junio de 2025, con una opción de renovación automática por un año más. Este acuerdo está sujeto, eso sí, a lo que ocurra en la Asamblea de Socios de junio de 2025, donde se elegirá al presidente del club para los siguientes dos años, junto con otros cargos directivos.
La última asamblea fue la más concurrida en años recientes. Las críticas más importantes giraron en torno al desempeño del gerente deportivo, Javier Santamaría, durante el semestre anterior, la falta de jugadores provenientes del CAR en el primer equipo y la escasez de títulos a nivel local. Para nadie es un secreto que los socios y la afición rojinegra están atentos a los títulos nacionales.
El mismo Guimaraes no oculta que su principal objetivo es entregar la copa 31 a la institución. En el ámbito político de Alajuelense, está claro que si La Liga sale campeón en diciembre y/o mayo, la reelección de Joseph Joseph, en caso de que desee postularse, sería indiscutible. O bien, colocaría a un presidente afín a su proyecto deportivo.
Es precisamente eso lo que espera Guimaraes. En la conferencia de prensa tras el empate contra Liberia, dejó claro que su renovación por seis meses depende también “del curso que tome la asamblea en junio del próximo año”. Además, fue enfático en que “no quiere ser un estorbo para nadie”, dando a entender que, si llega una nueva dirigencia, él no desea ser un obstáculo.
Al mismo tiempo, es casi seguro que, si Joseph Joseph o su grupo permanecen al frente del proyecto, Guimaraes “estará encantado de seguir en Alajuelense”.
En La Liga, la consecución de títulos será decisiva para definir el camino de la dirigencia en la próxima asamblea. La actual directiva ha sabido escuchar las críticas, y por eso integró a Javier Delgado y Óscar Ramírez al proyecto, respondiendo a una de las quejas de la pasada reunión de socios, donde se discutieron las áreas que no gustaban dentro del club. Uno de esos puntos fue lo que para ellos era una falencia en personal con identidad rojinegra.
