Gianluigi Buffon, el guardián eterno de la Juventus

GIANLUIGI-BUFFONREPORTAJE

Por Ignacio Encabo (dpa)

Madrid, 12 may (dpa) – Cuando habla Gianluigi Buffon, habla la Juventus de Turín. El portero de ojos azules vivió en carne propia los peores momentos de la historia del club y ahora quiere devolverlo al mapa de Europa.

El arquero de 1,91 metros de altura visitará mañana el Santiago Bernabéu, donde su equipo defiende una ventaja de 2-1 ante el Real Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones, y muchas miradas apuntan a sus guantes.

“Creo que Buffon va a ser decisivo”, advirtió el ex entrenador de la Juventus Marcello Lippi. Y es que la Juventus necesitará la mejor versión de su capitán para intentar avanzar a la próxima ronda.

Buffon, que cumplió en enero 37 años, tendrá delante a un equipo temible, que forjó su leyenda en Europa a base de goles y remontadas y que marcó una media de 2,9 tantos en sus últimos diez encuentros como local. Los nombres de los delanteros blancos -aunque no están en su mejor momento- hablan por sí solos: Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale.

Pero Buffon no quiere dejar pasar la oportunidad de avanzar a la final de la Champions, la gran asignatura pendiente de un portero que ganó un Mundial, varios títulos de la Liga italiana y una UEFA.

“Quiero ganar aún algo importante con el club o con la selección y esto es el incentivo que me hace ir hacia delante y que me emociona cuando juego”, dijo Buffon en 2013 durante la Copa Confederaciones.

Desde entonces, ni título importante con la “Juve” y ni con la “Azzurra”. A su edad, cada oportunidad puede ser la última. Y más con una Juventus que lleva años sin estar entre los grandes equipos de Europa.

Tras ganar en cuartos de final al Mónaco por un global de 1-0, el sorteo emparejó al campeón italiano con el Real Madrid. Las apuestas daban como claro vencedor al equipo blanco, pero el 2-1 de la ida puso en ventaja a la “Vecchia Signora”.

Buffon está ahora a 90 minutos de una nueva final de Champions. La única que disputó fue en 2003, cuando estuvo a punto de ser el héroe. Detuvo dos penales en la tanda final ante el Milan, pero el arquero rival, el brasileño Dida, bloqueó tres.

Tres temporadas después, la Juventus recibió un duro golpe: descendió a segunda división por un escándalo de arreglo de partidos. Y muchas estrellas abandonaron al equipo del norte de Italia. Pero no Buffon.

El portero fue fiel a la Juventus, que en 2001 pagó al Parma 52 millones de euros para hacerse con sus derechos, vivió el “infierno” de la segunda división, regresó a la Serie A y hace apenas unas semanas ganó su cuarto título consecutivo.

El reto del equipo ahora es mantenerse entre los equipos “top” de Europa. “Poco a poco, nuestros jugadores van siendo de nivel internacional y ahora estamos en la parte alta de Europa”, señaló Buffon tras el partido de ida.

El internacional italiano es carisma, liderazgo, temple y carácter. La Juventus lo sabe y el año pasado prolongó su contrato hasta 2017, por lo que el portero habrá jugado 16 temporadas como “bianconero” cuando finalice el acuerdo.

“No tengo intención de rendirme”, dijo en una reciente entrevista con “L’Equipe”. “No quiero ser segundo. El objetivo es llegar a los 40 siendo el número 1. Después haré lo que mejor puedo hacer, que es retirarme”.

Nacido en la ciudad de toscana de Carrara, Buffon se unió a la cantera del Parma en 1991 y a los 17 años debutó en Serie A. Hijo de un lanzador de peso y de una lanzadora de disco, el portero jugó en 1998 su primer Mundial. Y cree que aún no jugó el último.

“Sería algo único si llego a ser el primero del mundo en jugar seis Mundiales”, dijo en enero a la revista oficial de su club. “Juego por la tensión y la adrenalina del juego”.

El escenario de mañana, donde se medirá a su amigo Iker Casillas -un símbolo del Real Madrid en permanente discusión-, promete justamente eso, tensión y adrenalina. Sobre todo bajo los palos.

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