El corazón morado late otra vez con nostalgia. Marcelo Tulbovitz, el mítico preparador físico que forjó al Saprissa bicampeón y fue parte del histórico tercer lugar en el Mundial de Clubes 2005, tiene todo listo para regresar a La Cueva tras más de once años fuera de las canchas costarricenses.
Su nombre genera unanimidad entre los aficionados y en el camerino. Armano Alonso, “el Caya”, lo describió con frases que resumen el valor de su regreso:
“Es un gran profesional en el campo de la preparación física. Y ahora viene con más experiencia, si al final se concreta su llegada. Saprissa gana por donde quiera que lo veamos: en la parte física, en la relación con el jugador”.
“Es cercano al jugador pero no es alcahueta. Da consejos, es buenísima persona. Pero cuando tiene que sacar los mecates, lo va a hacer sin pensarlo”.
Vuelve el ídolo de la afición
Tulbovitz ya había sentido el cariño del saprissismo hace poco, cuando fue homenajeado con una ovación en el estadio. En ese momento confesó: “Sentí mucha nostalgia… el cariño que tengo por Costa Rica ya es natural”. Lo que parecía un deseo lejano, hoy está a punto de convertirse en realidad.
Su regreso coincide con un momento clave: la salida de Paulo César Wanchope y la designación de Vladimir Quesadacomo nuevo técnico del primer equipo, tal y como adelantó ESPN.
Quesada y Tulbovitz, dos símbolos
Quesada no es ningún improvisado. Capitán histórico, multicampeón y técnico ganador en 2018 y en el reciente tetracampeonato, regresa al banquillo en busca de estabilizar a un equipo golpeado.
Tulbovitz aportará su experiencia en el área física y su disciplina de hierro; Quesada, la identidad táctica de la casa. Dos figuras que encarnan la historia morada y que llegan en un momento de necesidad y esperanza.
De River Plate a Saprissa, el uruguayo volverá a vestir de morado. Su arribo al país está previsto para la próxima semana y su firma sellará lo que muchos consideran el regreso más esperado por el saprissismo en los últimos años.