El VAR sigue generando controversia y protagonismo en el fútbol de Costa Rica. En el reciente encuentro entre Guanacasteca y Santa Ana, disputado en el estadio Chorotega, la tecnología jugó un papel fundamental al intervenir en tres acciones clave que definieron el rumbo del partido.
El VAR anuló dos goles de Santa Ana en la primera mitad. El primero ocurrió al minuto 21, cuando Andy Reyes anotó con un disparo de larga distancia. El árbitro principal, Róger Vindas, no vio ninguna infracción, pero desde la sala VOR se detectó una posición adelantada milimétrica tras una revisión de cuatro minutos, lo que generó malestar entre los jugadores y el cuerpo técnico del equipo visitante.
La segunda intervención se dio en el minuto 36, cuando Javier Camareno marcó de cabeza, pero fue señalado fuera de juego por el asistente Marvin Meza. Tras una rápida revisión de dos minutos, el VAR ratificó la decisión, dejando nuevamente a Santa Ana con las manos vacías.
El tercer momento polémico se vivió en el 46′, cuando se sancionó un penal para Santa Ana por una mano en el área. Jonathan Hansen falló el cobro, estrellando el balón en el poste, pero el VAR intervino por una invasión de área de los defensores guanacastecos, lo que provocó que el árbitro ordenara repetir el penal. Sin embargo, Hansen volvió a fallar, esta vez enviando el balón al travesaño.
Estas decisiones generaron descontento en el equipo de Santa Ana, que consideró que los goles debieron ser válidos y criticó el uso del VAR en situaciones tan ajustadas.
El uso del VAR en Costa Rica sigue ganando relevancia, con decisiones que impactan directamente en los resultados de los partidos. En el caso del encuentro entre Guanacasteca y Santa Ana, la intervención de la tecnología fue clave para determinar jugadas milimétricas, especialmente en situaciones de fuera de juego y en el penal repetido.
