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Redacción, 14 mar (elmundo.cr) – El arbitraje de Costa Rica afronta una crisis y un momento muy turbio como polémico, aunado a eso se suman las irregularidades jornada tras jornada y con eso los cuestionamientos por parte de los equipos del fútbol nacional, sin importar en que división jueguen.
Luego de ver el trabajo de Daneon Parchment, árbitro que dirigió Liga Deportiva Alajuelense vs. Los Ángeles FC por la CONCACAF, se podría deducir que la labor de nuestros silbateros está muy lejos del nivel mostrado por el jamaiquino, que dejó correr el encuentro y pocas veces interrumpió para hablar con los jugadores.
El internacional, de 40 años, siempre estuvo cerca de la jugada mostrando un gran estado físico, intervino con autoridad cuando el encuentro lo necesitaba, dejó que el juego se desarrollara con dinamismo y no cortó por faltas típicas de un deporte de contacto. Además, en ningún momento necesitó mostrar quien era el que llevaba la voz de mando en el terreno de juego.
Tampoco fue prepotente y escuchó a los jugadores cada vez que se acercaban, eso sí, sabiendo que la última palabra era suya.
Pero ¿qué es lo que les falta a los árbitros nacionales para dejar de ser noticia todas las jornadas?
Primero tenemos que dejar claro que todos los réferis, en Costa Rica, viven el día a día pensando en sus trabajos y de qué manera van a llegar a los encuentros que fueron asignados por la UNAFUT.
Los réferis de nuestro país no se pueden considerar profesionales en la materia, ya que combinan las canchas con sus trabajos fuera de ella.
De hecho, no se les exige que vayan a entrenar durante la semana, porque cada uno debe cumplir con responsabilidades laborales en distintos ámbitos como emprendedores, policías, empleados de empresa privada y vendedores. Por este motivo, las reuniones se hacen, un día a la semana y por la noche, para que la mayoría pueda asistir.
La falta de profesionalización del arbitraje puede ser una de las razones por la que han pasado 21 años desde que un silbatero de nacionalidad costarricense dirigió como central un mundial de fútbol mayor masculino.
El último juez en realizar esto fue William Mattus Vega, quien dictó justicia en los duelos Ecuador-Croacia y Japón-Bélgica, durante la cita de Japón y Corea del Sur 2002.
Y aunque pareciera que la solución más fácil es profesionalizar el arbitraje, es algo que no pasará de inmediato. Al menos, no por ahora.
Para Pablo Gabas, exjugador de Liga Deportiva Alajuelense, la implementación de castigos para los árbitros que se equivocan, podría ser una solución para mejorar este aspecto del fútbol costarricense.
“Hay una tendencia, en los últimos campeonatos, de errores muy infantiles que los vemos todos, menos ellos y la Comisión de Arbitraje, esto desprestigia el arbitraje. Lo que sorprende a los clubes y jugadores, es que no se toman las determinaciones necesarias para castigar un árbitro o llamarlo a cuentas”, dijo Gabas en entrevista con El Mundo CR.
El ex capitán manudo aseguró que los árbitros se equivocan y al momento se le castiga, pero terminan premiándolo con un partido importante o un Clásico Nacional y eso, a la larga, termina siendo tapar el sol con un dedo.
Cree que se olvidan muy rápido las acciones que perjudicaron y que no solo influyen en el marcador de un partido, sino también en el trabajo de una semana y que podría complicar a un entrenador, un equipo y una institución.
“Para mejorar se debe ser más riguroso en tema de los castigos y que no se termine premiando. El que se equivoca en Primera División se podría enviar a dirigir en Segunda, si los clubes descienden, los árbitros también. Además, que tengan un puntaje por torneo dado por profesionalismo y si se equivocó muchas veces o tuvo dudas en su accionar, que sea enviado a otra categoría y para que su trabajo cambie”, fueron algunas de las posibles soluciones que brindó el exjugador para bajar la tasa de errores dentro del terreno de juego.
Con respecto a los salarios, estos varían según el puesto designado. Un árbitro central recibe más de ¢200.000 por encuentro (a este monto se le realizan los descuentos de los seguros), pero la cifra es menor para los asistentes y cuarto referí.
Aunque pareciera una cifra considerable, teniendo en cuenta que hay partidos todos los fines de semana, es inestable porque no todos los árbitros son centrales cada fecha. Además, si lo comparamos con otras ligas de fútbol, el salario está muy por debajo.
Por ejemplo, en España los réferis tienen un salario anual, sin importar si no pitan ningún encuentro. Al año, podrían recibir aproximadamente 300.000 euros, es decir, en cólones serían unos ¢175.598.996, o sea que por mes perciben la suma de ¢ 14.633.250. Esta cifra es la suma del salario fijo anual y los extras por partidos pitados.
En cuanto a los árbitros internacionales de CONMEBOL, según pudimos constatar a través de una fuente cercana a El MUNDO CR, cada central cobra la suma de $2500 dólares más viáticos por partido pitado en Copa Libertadores, Sudamericana o Recopa, esto serían ¢1.363.445 por encuentro dirigido.
Según Diego Joaquín País, exjugador, la comunicación es fundamental para una labor exitosa del árbitro, ya que los jugadores no le pueden hablar a los silbateros porque le sacan tarjetas amarillas.
“Los árbitros son parte importante del espectáculo, son el tercer equipo dentro de un partido de fútbol y no hay una defensa con el público. Ellos no tienen para explicar cuál fue el error o lo positivo que hicieron y eso hay que mejorarlo. Además, la comunicación hay que mejorarla porque aquí uno les dice “Eeh profe” y ya le sacan amarilla”.
País explicó que, aunque los árbitros no sean profesionales, cree que ganan un salario bueno y si se hace creería que es para mejorar a lo interno.
El exjugador también explicó que traer árbitros expertos de otros países, no es la solución, ya que en el pasado a la Comisión de Arbitraje no le fue bien con esta estrategia.
“Cualquiera se puede equivocar, pero en Costa Rica los árbitros se equivocan demasiado, incluso todos los fines de semana. No sé cómo pueden mejorar porque no es un tema de plata, es un tema de capacidad. Quizá se pueda traer gente que no sea de Centroamérica para mejorar la comunicación y los errores, porque la verdad es que son malos y se equivocan demasiado”, subrayó País.
En el 2017, se nombró al ex árbitro internacional guatemalteco Carlos Batre como coordinador de árbitros en el país, sin embargo, fue despedido tras polémicas en torno al arbitraje nacional.
Han pasado poco más de cinco años desde que no funcionó que un árbitro internacional estuviera al mando en el país, pero ahora pareciera que el “VAR Light” podría corregir algunas cosas.
Aunque Batre se fue, las polémicas continúan. Este torneo Clausura 2023 ha tenido varías polémicas, entre ellas la fijación de un chat privado de WhatsApp donde los silbateros hablaban de Saprissa, posterior a eso el equipo tibaseño y Guadalupe FC enviaron documentos para expresar disconformidad y el técnico Paulo César Wanchope lanzó varias estadísticas en la que dejaba entre ver que el Club Sport Herediano estaría siendo favorecido.
Ante constantes errores, la Federación Costarricense de Fútbol anunció la llegada del ‘VAR Light’, una adaptación más económica que permite FIFA para las ligas con menos recursos.
Aunque no tenemos magia para hacer desaparecer los errores arbitrales fecha tras fecha, lo cierto es que habría algunas soluciones que podrían garantizar un arbitraje digno, aunque podría ser en una realidad muy lejana.