Liga Deportiva Alajuelense lo intentó muchas veces. Convencer a Óscar Ramírez de volver al banquillo fue misión imposible durante años. Pero el 2025 trajo una historia distinta: el técnico más ganador en la historia del club dio finalmente el sí.
El detonante fue el empate sin goles ante Sporting en el Estadio Morera Soto. Apenas finalizó el partido, desde la dirigencia se consultó al gerente deportivo Javier Santamaría sobre el plan B. Su primera opción fue clara: el Macho Ramírez. Aunque dio otros dos nombres, toda la Junta Directiva coincidió en que si él aceptaba, no había nada más que discutir.
Ramírez, sin embargo, fue fiel a sus principios. No quiso escuchar nada mientras Alexandre Guimaraes seguía en el cargo. Solo después de confirmada su salida, se abrió el espacio para conversar. Primero con Santamaría y luego con el presidente Joseph Joseph, quien se encontraba en Hong Kong por motivos laborales y con agenda para viajar a Madrid en los próximos días por el caso ante el TAS. A la distancia, Joseph dio el visto bueno para cerrar el acuerdo con el técnico que vive en San Antonio de Belén.
Ramírez regresó oficialmente como técnico tras casi siete años fuera de los banquillos. Su última aparición había sido con la Selección de Costa Rica en el Mundial de Rusia 2018. Tras ese evento, decidió tomarse una pausa, alejarse del ruido y mantenerse fuera de las luces del fútbol profesional.
No fue hasta el 16 de agosto de 2024 que se anunció su regreso formal a la institución rojinegra, pero no como entrenador, sino como Coordinador de Desarrollo y Rendimiento. Su rol en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) se centraba en formar talentos, pulir capacidades individuales y acompañar a los prospectos más prometedores del club. Su presencia, cuentan desde Turrúcares, fue transformadora.
“Cuando Oscar tocó otra vez el zacate, el fútbol ganó”, dicen desde el CAR. “Estos ocho meses lo han vuelto a ilusionar. Se le nota feliz, comprometido. Comparte su sabiduría y exige con pasión”.
Este medio conoció que incluso recibió una llamada de un club grande de Colombia con una propuesta concreta. Pero Ramírez decidió quedarse en Costa Rica, enfocado en su proyecto con la Liga.
Hoy, con diez empates acumulados y el clásico nacional a la vuelta de la esquina, la Liga busca un nuevo aire. Ramírez, que levantó cinco títulos entre 2010 y 2015, vuelve al banquillo con la misión de reencender la pasión y retomar el rumbo en medio de un campeonato apretado y con una Asamblea de Asociados en el horizonte.
La gran pregunta es: ¿por qué ahora sí dijo que sí? Tal vez la respuesta esté en la ilusión reencontrada, en ese zacate que tanto extrañó, y en el proyecto que lo volvió a enamorar. Lo cierto es que el Macho está de vuelta. Y con él, la esperanza rojinegra también.