Por Ignacio Encabo (dpa)
París, 8 jun (dpa) – A base de raquetazos, de títulos y de victorias en grandes escenarios, el suizo Stanislas Wawrinka está llamando a las puertas del “Big Four”.
Si hay un hombre llamado a romper, si no lo ha hecho ya, el dominio de esa pequeña élite formada por el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal, el serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray ése es Wawrinka, un tenista que el domingo ganó en París su segundo Grand Slam con una actuación a la altura de los mejores.
El suizo de 30 años, sin embargo, pide distancia: “No soy tan bueno como ellos, como el ‘Big Four’. Pero soy lo suficientemente bueno como para ganar dos grandes. Puedo ganarles en los Grand Slam, en una semifinal, en una final. Pero, insisto, el ‘Big Four’ siempre será el ‘Big Four'”.
Pero lo cierto es que en algún momento tiene que terminar la dinastía de los cuatro grandes de la última década: desde 2005, entre Federer, Nadal, Djokovic y Murray acapararon 37 de los 41 Grand Slam disputados. Entre los cuatro suman además 74 Masters 1000.
El currículum de Wawrinka es más discreto. En total ganó diez títulos, dos de ellos Grand Slam, Australia 2014 y Roland Garros 2015, y un Masters 1000, el de Montecarlo hace un año.
“Puedo ganar grandes torneos de vez en cuando, pero los jugadores que están por delante mío siempre lo hacen bien en los grandes torneos. Pero no quiero más reconocimiento”, explicó Wawrinka, nuevo número cuatro del mundo tras tumbar en la final de París a Djokovic, líder del ranking y que llegaba lanzado al polvo de ladrillo de París.
El serbio lidera el ranking por delante de Federer y Murray, mientras que para ver a Nadal hay que descender hasta el décimo lugar después de que el español apenas ganara un título en los últimos 12 meses. Sin embargo, se espera que el zurdo vuelva a los primeros puestos en la segunda parte de la temporada, donde apenas defiende puntos.
Wawrinka sabe que no tiene menos tenis que el “Big Four”. Lo que le separa de ese grupo, según su punto de vista, es la consistencia. Federer, Nadal, Murray y Djokovic están luchando por el título prácticamente cada semana que compiten, argumenta el suizo, dueño de un revés que no deja de recibir elogios.
“No encontré el camino para hacer mi mejor juego cada torneo, pero estoy bien y satisfecho con mi carrera hasta el momento”, dijo Wawrinka, campeón de la Copa Davis en 2014 y oro olímpico en dobles en Pekín 2008, en ambas ocasiones con Federer a su lado.
“Lo estoy intentando, lo intento en cada torneo, pero no soy tan fuerte como el ‘Big Four'”, insistió. “Ellos lo están ganando todo, aunque soy lo suficientemente fuerte para ganar algunos grandes títulos de vez en cuando”.
El suizo jugó dos finales de Grand Slam y ganó las dos: ante Nadal y ante Djokovic, cuando ambos eran el número uno del mundo. Además, sabe lo que es ganar a los cuatro miembros del “Big Four” en los Grand Slam.
El ruso Marat Safin fue el último jugador fuera del “Big Four” en ganar dos grandes (US Open 2000 y Australia 2005). Desde entonces, sólo el argentino Juan Martín del Potro (US Open 2009) y el croata Marin Cilic (US Open 2014) se atrevieron a desafiar el orden establecido.
El tenis vive tiempos de transición. Los cuatro grandes se niegan a caer y los jóvenes no terminan de dar el salto. Entre ellos emerge la figura de Wawrinka, un jugador que maduró más tarde que el resto y que parece haber encontrado su lugar a los 30 años.
“Cuando llego a las últimas instancias, rara vez lo hago mal. Es una final, y cuando es una final me siento con confianza. Estoy listo para ganar a los mejores jugadores del mundo”, dijo tras desquiciar a Djokovic con su juego al ataque.
Dueño de un revés único -“el mejor que he visto”, dice Djokovic- y de una derecha demoledora -“se convirtió en un arma más en los últimos dos años”, añade el serbio-, Wawrinka no quiere pensar todavía en “Big Four” o “Big Five”.
“Es un poco extraño cuando me digo a mí mismo que tengo un oro olímpico, una Copa Davis y dos Grand Slam. Es increíble”, dijo. “Nunca pensé que llegaría tan lejos en mi carrera. Nunca pensé que llegaría a ser tan fuerte”.