La final de la Copa Centroamericana 2024 no solo marcó un bicampeonato histórico para Liga Deportiva Alajuelense, sino que también fue un momento profundamente especial para dos figuras clave en este logro: el entrenador Alexandre Borges Guimaraes y su hijo, el mediocampista Celso Borges.
Una conexión más allá del fútbol
Para Alexandre Guimaraes, este título reafirma su lugar como uno de los técnicos más exitosos y respetados en la región. Guimaraes, quien ya había demostrado su capacidad al llevar a equipos al éxito en diferentes escenarios, logró consolidar a Alajuelense como el mejor equipo de Centroamérica por segundo año consecutivo. El estratega ha sabido imprimir su experiencia y liderazgo en un equipo que no solo domina el ámbito nacional, sino que también brilla a nivel internacional.
Por su parte, Celso Borges, uno de los jugadores más destacados en la historia reciente del fútbol costarricense, tuvo un papel fundamental en la conquista de este título. Su asistencia precisa a Alberto Toril en el segundo gol del partido de vuelta contra Real Estelí dejó claro que, a pesar de los años, su calidad y visión de juego permanecen intactas. Este título representa mucho para Borges, quien volvió a Alajuelense tras una exitosa carrera internacional, con el objetivo de contribuir al legado de uno de los clubes más grandes del país.
El valor de un título compartido
Lo que hace que este bicampeonato sea único es el vínculo familiar entre Guimaraes y Borges. Padre e hijo no solo comparten la pasión por el fútbol, sino que han tenido la oportunidad de celebrar juntos un logro de esta magnitud. Es un testimonio del compromiso de ambos con el deporte y con el club rojinegro, además de una historia de éxito que trasciende generaciones.
Para Guimaraes, ver a su hijo triunfar bajo su dirección técnica es un motivo de orgullo; para Borges, ganar un título con su padre como entrenador es un logro que pocos futbolistas pueden experimentar. Este triunfo se inscribe como un capítulo inolvidable en la historia de ambos, no solo como profesionales, sino como familia.
Un legado para el fútbol costarricense
La victoria de Alajuelense en la Copa Centroamericana 2024 no solo eleva al club como un referente regional, sino que también fortalece el legado de Guimaraes y Borges en el fútbol costarricense. Alexandre sigue demostrando por qué es uno de los entrenadores más exitosos de la región, mientras que Celso continúa dejando su huella como un mediocampista excepcional.
En el Morera Soto, rodeados por una afición que no dejó de alentar, padre e hijo celebraron un triunfo que quedará grabado en la memoria de todos los liguistas y en la historia del fútbol costarricense. Una victoria que no solo reafirma la grandeza del club, sino también el poder de los lazos familiares cuando se combinan con el talento y la dedicación.
