San José, 6 set (elmundo.cr)- La suspensión y nueva programación del juego entre Costa Rica y Honduras, representa una alteración a los planes establecidos por ambos entrenadores, en la preparación de esta determinante jornada eliminatoria.
Costa Rica el martes visita a Panamá, mientras que Honduras recibe ese mismo día a México, en un juego que puede marcar su destino rumbo al Mundial.
La Sele no tendrá mayor afectación en el rendimiento este sábado y por el contrario los jugadores nacionales expresaron su deseo de brindarle una gran alegría a todos los costarricenses en este momento donde muchos han sufrido las consecuencias de la tormenta tropical Nate.
Por su parte, en Honduras tampoco afectará la reprogramación, aunque a ellos por su complicada situación, se le acorta el tiempo de recuperación de cara al juego contra los Aztecas, quienes reciben hoy a Trinidad y Tobago, y tendrán un día más de descanso que los hondureños.
El entrenador Óscar Ramírez podría contemplar la utilización de un equipo alternativo en su visita a Panamá, principalmente para no correr el riesgo de suspensiones en el primer juego del Mundial de Rusia.
Varios futbolistas tienen una tarjeta amarilla, entonces de recibir una nuevamente contra Honduras deberán cumplir el partido de suspensión contra Panamá, en caso contrario, de no ser sancionados con tarjeta amarilla en este juego y participen contra los canaleros, corren el riesgo de recibirla en ese partido y perderse el primer juego del Mundial.
En las eliminatorias cuando un futbolista recibe dos tarjetas amarillas en juegos distintos, se le impone un partido de suspensión.
Todos estos factores los tomará en cuenta el cuerpo técnico para la planificación de estos dos partidos.
