San José, 11 oct (elmundo.cr) – El ballet contemporáneo Alicia en el País de las Maravillas que presentará el Teatro Nacional en el mes de la navidad, contará con la presencia de los participantes de Sifais en La Carpio.
Es la primera vez que a los integrantes de Sifaisdancers se les da la oportunidad de presentarse en un escenario tan reconocido como lo es el Teatro Nacional. Este grupo está conformado por once niñas y un niño, que personificarán a las cartas del naipe del maravilloso mundo de Alicia.
Maris Stela Fernández, Directora de SIFAIS señaló que “nos sentimos muy contentos de que esta puesta en escena inclusiva haya nacido precisamente de una visita del Director del Teatro Nacional al Sifais de la Carpio. Esta propuesta es un recordatorio de que todos podemos ser Alicia y que todos debemos darnos permiso de soñar cosas grandes”.
Los ensayos del elenco de Sifaisdancers que llegarán al Teatro Nacional se realizan todos los sábados de 8:30 a.m. a 9:30 a.m. en Cuevadeluz, y están a cargo de la coreógrafa Vanessa De La O.
“La evolución de las niñas y niños va muy bien. Durante la hora de ensayo hacemos un calentamiento y una pequeña barra de ballet, que les permita mejorar la conciencia de su cuerpo, la flexibilidad, el ritmo y la ubicación en el espacio”, indicó Vanessa De La O, Coreógrafa de Alicia en el País de las Maravillas.
De La O señala que para ella ha sido una experiencia muy enriquecedora porque los pequeños tienen una actitud muy abierta al aprendizaje y están comprometidos con este nuevo sueño a cumplir.
“Estoy muy agradecida por colaborar, el brindar una oportunidad a los niños, que quizás nunca imaginaron, poder expresarse y participar en el Teatro Nacional. En general el Sifais es un proyecto muy importante para la comunidad de la Carpio porque da la oportunidad a muchísimas personas de conocer otras realidades, de soñar y de emplear el tiempo en el arte, en la creatividad y en la disciplina”, agregó la coreógrafa.
La coproducción multiexpresiva de Alicia en el País de las Maravillas, ilustra la diversidad y vivacidad de un mundo posible y realizable a pesar de que para muchos es solo era una locura, un sueño o una utopía. Es una invitación a soñar, a incluir y a dejarle espacio al niño interior que todos llevan dentro.
