El Sambódromo rinde tributo a África, Suiza y Río de Janeiro

Imperatriz_LeopoldinsenseREPORTAJE

Por Ana María Pomi (dpa)

Río de Janeiro, 17 feb (dpa)- África, Suiza y Río de Janeiro, ciudad que celebra sus 450 años, fueron homenajeadas de forma magistral en el segundo día de los desfiles de escuelas de samba del carnaval carioca, por una avenida Marqués de Sapucaí que palpitó hasta la madrugada de hoy.

Vencedora en 12 ocasiones, la escuela Beija Flor ofreció un impresionante despliegue de disfraces que evocaban Guinea Ecuatorial y la frondosa vegetación africana, su fauna y la fuerte tradición cultural que “exportó” a Brasil a través de los esclavos negros.

Máscaras, atavíos de coloridos plumajes y un sinfín de adornos repletos de “buzios” (caracoles), semillas y cuentas de colores, llenaron de esplendor el Sambódromo y levantaron las tribunas, que despidieron a la agrupación al grito de “es campeona”.

Por su parte, la escuela Imperatriz Leopoldinsense enfocó su oda al continente africano con un reconocimiento a la raza negra acompañado de una crítica al racismo. Por esto, el gran homenajeado por la agrupación fue el líder sudafricano Nelson Mandela, cuya imagen encabezó uno de las sectores del desfile y fue replicado en los trajes de los bailarines.

Portela, ganadora 21 títulos, homenajeó a la “ciudad maravillosa” por sus 450 años desde su fundación. Con una estética surrealista, ya desde el arranque la escuela puso en éxtasis al público, que fue gratamente sorprendido al ver a cuatro paracaidistas “luminosos” aterrizando sobre la avenida, seguidos de una gigantesca águila -símbolo de la escuela- posada sobre un original pedestal: el reloj derretido del pintor español Salvador Dalí.

También una escultural “águila-redentora” -una mezcla del monumento al Cristo Redendentor que identifica a la ciudad pero con cabeza de águila- emocionó a los espectadores cuando “mágicamente” comenzó a curvarse al pasar por la torre en la que permanecen los camarógrafos y fotógrafos, como reverenciando al público.

Símbolos y personajes que son la encarnación pura de la capital fluminense, como los músicos de samba y “pagode” Zeca Pagodinho y Martinho da Viola; los típicos vendedores ambulantes que aparecen en todas las fotografías de las míticas playas cariocas; los “malandros”, generalmente dueños de escuelas de samba y jefes de las redes que controlan los tan populares como ilegales juegos de azar; entre muchos otros, desfilaron junto a Portela dejando a la avenida Sapucía más carioca que nunca.

La actual campeona, Unidos da Tijuca, fue la encargada de poner el broche final a los desfiles, con un viaje por los símbolos y leyendas de Suiza, entre otros la flor Edelweiss, las cajitas de música y los perros de raza San Bernardo, considerado “ángel de los Alpes” dada su capacidad para rescatar personas enterradas por avalanchas de nieve.

La escuela Sao Clemente apostó por zombis, calaveras y hechizos para homenajear al carnavalero Fernando Pamplona, fallecido el año pasado. El artista oriundo de Acre era un enamorado de los mitos “de otro mundo”, que son una tradición en los desfiles de ese pequeño estado del extremo norte de Brasil.

Uniao da Ilha escenificó por su parte a la “Belleza Pura” a través de una “discusión” visual y estética sobre el culto al cuerpo y la belleza. Como novedad, la escuela sorprendió al representar un “desfile de modas” con modelos de tallas grandes.

Cleopatra y otros “bellos” mitos de las historias infantiles, como Blancanieves y las hadas, y también el grupo de “excluidos” por su fealdad, como el Jorobado de Notre Dame, Frankestein, el Fantasma de la Ópera y el Patito Feo, entre otros, representaron los extremos entre los que se debatieron y se debaten los cánones de belleza a través de la historia.

Mañana se conocerá el resultado del concurso, que coronará a la nueva escuela campeona de 2015.

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