¿El mejor diputado o diputada 2024?

Villegas: Quién iba a pensar que un partido político que se dice progresista ha sido el más retardatario de la historia educativa

San José, 15 set (elmundo.cr) – La diputada del Partido Integración Nacional (PIN), Patricia Villegas, durante la celebración de los 200 años de Independencia, este miércoles en la sesión del Plenario de la Asamblea Legislativa, criticó el retraso que ha tenido el sistema educativo en los últimos años.

Villegas señaló que “llegamos al bicentenario en crisis económica y de salud, pero sobretodo en una inmensa deuda moral y una descomunal dificultad para lograr que la enseñanza sea una herramienta de ascenso social. Ni siquiera alcanzamos el nivel de instrumento de permanencia general”.

“La generación que debería asistir a las aulas debe quedarse en casa porque la salud de la familia debe protegerse. Eso es aceptable para responder a la pandemia, pero cuando en un año 140.000 niños y jóvenes pasaron a la fila de los alumnos que no pueden cubrir sus necesidades básicas sabemos que, el sistema educativo es más que las aulas. Hemos comprendido que, parte de las necesidades básicas de las niñas y adolescentes se atiende en los comedores escolares”, agregó.

Villegas comentó que “los números del Estado de la Educación mencionan que los estudiantes en condición de pobreza extrema aumentaron de 186.000 a 297.000 en un año. La incapacidad de la Administración Alvarado para responder ha sido brutalmente deficiente”.

“El año anterior a la pandemia sanitaria teníamos 504.000 alumnos en pobreza y este año el 58% de esos estudiantes han pasado a engrosar las filas de la pobreza extrema”, añadió.

Villegas enfatizó que “el bicentenario de la educación nacional se recibe con un aumento de la pobreza de 36,2 a 41% en maternal; de 36,6 a 41,9% en preparatoria; de 37,3 a 43,6 % en escolar; un dramático 30,9 a 40% en colegial”.

“Existen desde el año pasado 850.000 solicitudes de estudiantes para recibir paquetes de alimentos. Antes de la pandemia solamente el 4% de los niños y jóvenes no asistía al comedor porque no lo requerían. Durante la pandemia sanitaria más de 27.000 solicitudes se presentaron en 1.150 centros educativos. En estos hogares los jefes de familia perdieron su trabajo. El Ministerio de Educación Pública negó la ayuda a esas familias por falta de presupuesto. Se estima que el gobierno requería 350 millones de colones adicionales. No hubo capacidad para re direccionar los ahorros en luz, agua y otras erogaciones que no se realizaron por no estar los alumnos en las aulas para alimentar a los estudiantes en pobreza extrema”, comentó la diputada.

Villegas criticó que “esas son las cifras que el bicentenario recordará. Los estudiosos harán su apunte como el peor registro en las cifras educativas de la historia nacional”.

“La exclusión educativa tiene varias cabezas. Se origina en la brecha digital. Los estudiantes no tienen conectividad, tampoco computadoras; además la mayoría de las madres tienen baja escolaridad. Porque debemos sumar que el 43% de los hogares costarricenses tiene como jefa a una mujer”, sostuvo.

“De 1,2 millones de estudiantes en el sistema educativo formal, 420.000 no tienen acceso a internet ni tienen dispositivos electrónicos. En el año 2020 solamente se cubrió el 50% de los contenidos en los planes de estudio de matemáticas y español, para citar dos materias básicas. Este año no debe ser muy diferente porque la administración de Carlos Alvarado no ha hecho nada por atender la situación que aqueja a los estudiantes. Los retrasos de los alumnos se vienen dando desde el primer año de gobierno del PAC. Del 2018 al 2019 aumentaron los niveles de exclusión. En el 2020, primer año de la pandemia sanitaria, se agudiza la situación”, explicó la diputada.

La legisladora manifestó que “no vayan a decir los señores del gobierno que se trata de la crisis mundial de la salud. Es que lo han venido haciendo mal desde que se instalaron en el segundo gobierno del partido Acción Ciudadana”.

“Quién iba a pensar que un partido político que se dice progresista ha sido el más retardatario de la historia educativa de Costa Rica. Da vergüenza escuchar las cifras del informe del Estado de la Educación”, indicó Villegas.

Para Villegas “entre tanto la solución para atender la falta de conectividad no llega. Siguen sin conectarse las escuelas y colegios. Los 450.000 alumnos continúan sin atención. Lo peor es que los recursos sí existen, pero los jerarcas de las instituciones que deben resolver no lo hacen. Y el presidente de la República no manda nada”.

“El informe del Estado de la Educación sugiere que los próximos años será muy delicada ya que los niveles de exclusión no parecen revertirse. El corolario es el manejo desordenado, para decir lo menos del bono proteger. Según el informe de la Contraloría General de la República sobre las ayudas económicas del gobierno y sus instituciones, se hizo una distribución anómala. Se entregaron dineros a 300 muertos, 54 privados de libertad y miles de personas que recibieron montos diferentes a lo que les correspondía, o que, por encontrarse en regímenes de pensiones, no les tocaba o bien, porque recibieron más de un pago. De las miles de entregas “equivocadas” sólo 257 personas han hecho devoluciones. Esas personas merecen nuestro respeto porque a pesar del mal manejo del gobierno, han sido honestas”, dijo.

Villegas expresó que “para ese desorden no se necesitan herramientas especiales como la UPAD. Se necesita a personas honradas al frente de las instituciones de bien social y servicio público”.

Según Villegas “debemos recordar que el gobierno es un grupo administrador y temporal que está al servicio del pueblo. Su misión es eliminar los desequilibrios sociales. La acción de estas personas debe estar orientada a eliminar los privilegios. ¿Será que los gobernantes de turno cumplen con estos requisitos? Pienso que no. Costa Rica se apresta a una próxima elección presidencial y debemos fijarnos a quién elegimos. Nunca más permitir que los destinos de nuestro país esté en manos de personas deshonestas. Esos que cuando llegan al poder no saben gobernar ni les interesa representar a los menos favorecidos de la sociedad”.

“Debemos reparar los daños causados al tejido social costarricense. Debemos reconstruir la base moral de la sociedad. Es rehacer la política y elevar a las personas que verdaderamente cumplan con la vocación de servir al prójimo”, concluyó.

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