San José, 24 abr (elmundo.cr) – La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las vacunas evitan 2,5 millones de muertes en niños cada año, las cuales no solo benefician a las personas vacunadas, sino también a aquellas que conviven con ellas.
Precisamente, la Hepatitis B, Tuberculosis, Sarampión, Rubeola y Neumococo, son enfermedades de transmición con altos índices de incidencia y mortalidad, pero se pueden prevenir mediante la vacunación.
Jorge Martínez, pediatra de la Clínica Bíblica comentó que “gracias a la aplicación de vacunas desarrollamos inmunidad contra enfermedades potencialmente mortales y prevenimos enfermedades, epidemias e incluso pandemias”.
En Costa Rica, el esquema básico de vacunación comprende al menos 15 enfermedades: tuberculosis meníngea, Haemophilus influenzae tipo B, rotavirus, poliovirus tétanos, difteria, tosferina, enfermedades neumocócicas, influenza trivalente, rabia, varicela, sarampión, rubéola, paperas y hepatitis B.
Sin embargo, Martínez indicó que es fundamental que las vacunas contra Hepatitis A, Meningococo y Virus del Papiloma Humano, también sean contempladas dentro de la cobertura para la población costarricense.
Martínez recomienda en caso de que existan brotes epidémicos de alguna enfermedad -como el sarampión-, tal y como ocurrió hace unos meses en nuestro país, se recomienda la aplicación de un refuerzo, aunque las personas ya tengan su esquema de vacunas completo y no les toque la aplicación de esta.
La OMS, además estimó que cerca de 20 millones de niños en el mundo, no reciben vacunas de rutina para enfermedades prevenibles, aún cuando existen países en los cuales el esquema básico de vacunación está al acceso de toda la población.
Del 20 al 27 de abril se realiza la Semana de Vacunación en las Américas, la cual pretende hacer un llamado para fortalecer las altas tasas de cobertura vacunal establecidas en cada uno de los países.