San José, 09 nov (elmundo.cr) – En el contexto de una historia que nos recuerda las trágicas consecuencias del odio y la intolerancia, la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT) se suma a la conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos, o Kristallnacht, un evento que dejó huellas imborrables en la memoria histórica de la humanidad.
Este 08 de noviembre, la ULACIT rindió homenaje a las víctimas de esta violenta persecución contra la comunidad judía, sucedida en 1938 en la Alemania nazi.
El Dr. Dennis Petri, profesor de relaciones internacionales en ULACIT, subrayó la importancia de esta fecha no solo como un recordatorio de los horrores del pasado, sino también como una oportunidad de aprendizaje para construir un futuro inclusivo.
“Creemos en la importancia de recordar la historia para aprender de ella y construir un mundo más justo e inclusivo”, manifestó Petri. La Kristallnacht fue una noche en la que sinagogas, hogares, negocios y propiedades judías fueron brutalmente atacadas. Las calles quedaron cubiertas de fragmentos de vidrio de miles de ventanas destrozadas, de ahí su nombre.
Los eventos de aquella fatídica noche resultaron en la deportación de más de 30,000 judíos a campos de concentración, un primer paso hacia el Holocausto que luego cobraría millones de vidas.
En palabras de Amir Rockman, cónsul de Israel en Costa Rica, “la noche de los cristales rotos fue el momento en que una turba enfurecida persiguió a mi abuelo y a mi bisabuela junto con miles de otros judíos en Alemania. La mafia estaba compuesta por gente decente, gente convencional que había sucumbido a la propaganda y al discurso de odio”. Su relato es un recordatorio conmovedor de cómo el odio puede surgir incluso entre personas que alguna vez fueron vecinas y conocidas.
Este 2024, en el marco del Día de Conmemoración de Kristallnacht, la ULACIT reafirmó su compromiso contra el antisemitismo y toda forma de discriminación. “Somos una comunidad que respeta y celebra la diversidad. Hoy, recordamos la memoria de quienes sufrieron, para que hechos como estos no se repitan”, concluyó Petri.
Este ejercicio de memoria no solo honra a las víctimas, sino que insta a la sociedad actual a rechazar cualquier manifestación de odio y discriminación, cimentando un entorno donde la empatía y el respeto prevalezcan sobre las divisiones.