
Por Stefanie Paul (dpa)
Bonn (dpa) – ¡Shhh! Los detectives están tras una pista. Se encuentran en una pequeña oficina, frente a las pantallas de sus computadoras, rodeados de libros y partituras musicales. No se trata de detectives de la policía, sino de expertos en música, pero trabajan como los detectives tratando de descubrir los secretos de un gran compositor que vivió hace unos 200 años: Ludwig van Beethoven
Los detectives quieren descubrir cómo fue el proceso de creación que llevó a Beethoven a componer algunas de las obras más célebres de la historia universal de la música.
Bernhard Appel es uno de estos investigadores. Trabaja en la misma casa en que nació Beethoven, en la ciudad alemana de Bonn. «Nuestra tarea es muy similar a la de los detectives», explica.
Beethoven nunca estaba conforme con sus obras. Siempre quería modificar algo para mejorarlas. Incluso cuando las partituras ya estaban en la imprenta. Tachaba notas y agregaba otras, las volvía a borrar y anotaba una nueva melodía. Escribía así una cantidad increíble de hojas con apuntes musicales. Anotaba muchísimas ideas y proyectos y gran cantidad de modificaciones a lo que ya había compuesto.
Los investigadores van tras las pistas de estas anotaciones. «No nos interesan tanto las obras terminadas, tal como se interpretan hoy día en las salas de conciertos, sino esas modificaciones y lo que había originalmente allí. Es como si escarbáramos en la basura, buscando lo que fue desechado», dice Bernhard Appel.
Quieren descubrir así qué molestaba a Beethoven de determinada melodía y por qué la quiso modificar. ¿Por qué justo esas notas? ¿Por qué tantas veces? Y sobre todo: ¿cuándo hizo cada cambio? «Nos interesa saber qué pensaba Beethoven», explica el experto señalando una de las pantallas.
Allí se ve una hoja de una partitura. Es de una pieza para piano. La hoja se ve bastante caótica, muy garabateada. Apenas se puede ver cuáles son las notas válidas. Hay algunas que están tachadas, otras encimadas. Ese desorden es el que quieren ordenar los detectives musicales.
Para ello investigan por ejemplo la tinta utilizada por Beethoven. A veces es más clara, a veces más oscura. En su época no existían los lapiceros fuente o los bolígrafos. Beethoven escribía con una pluma de ganso con la punta recortada, que sumergía en un tintero. El recorte de la punta variaba, a medida que se gastaba se volvía a darle un corte o se cambiaba de pluma.
Eso le da a los expertos musicales alguna pista. Las anotaciones que llevan el mismo color de tinta y el mismo grosor del trazo son posiblemente de la misma época.
¿Pero por qué modificaba tanto sus composiciones Beethoven? «Es posible que estuviera obsesionado por ser muy original», dice Bernhard Appel. Beethoven quería componer música totalmente distinta a la de los demás compositores habidos hasta entonces.
