San José, 15 may (elmundo.cr) – El secretario general de Liberación Nacional, Miguel Guillén, cuestionó los llamados a la violencia realizados por el presidente de la República, Rodrigo Chaves.
Esto a raíz de las declaraciones de Chaves, quien insistió en que “les advierto, en 1948 el pueblo se alzó. Yo no estoy diciendo que lo vaya a hacer ahora, pero no le jalen el rabo a la ternera, no le jalen el rabo a la ternera. Se animarían. No sé, la paz, la democracia, los procesos democráticos los vamos a defender”.
Ante eso, Guillén comentó que “el presidente Rodrigo Chaves, en reiteradas ocasiones, ha recurrido a un discurso inflamado por alusiones a la violencia, insinuaciones de llamados a las armas y referencias históricas a conflictos bélicos”.
“Este lenguaje, impregnado de confrontación y simbología armamentista, contrasta profundamente con los principios de una nación democrática y republicana, cuyo fundamento ha sido, desde su origen, la paz y el respeto a las instituciones”, agregó.
Para el liberacionista, “cada nueva declaración de este tipo aumenta la preocupación por la deriva discursiva de un gobierno que debería representar la estabilidad y el equilibrio, no la incitación al enfrentamiento”.
“Resulta particularmente alarmante la cercanía y el respaldo de figura ligadas al narcotráfico como el exoficial Pizarro”, cuestionó.
Guillén recalcó que “los sectores vinculados a estructuras delictivas representan una amenaza directa a la paz social y al tejido democrático de Costa Rica, se nutren de la inestabilidad política, de la promoción de la violencia y el irrespeto al ordenamiento jurídico. No se puede normalizar el aplauso de quienes han atentado contra la seguridad y la convivencia ciudadana, que el señor Pizarro esté alentando manifestaciones es un mal síntoma”.
“Costa Rica enfrenta desafíos graves en materia de seguridad, agudizados por el narcotráfico y el crimen organizado. Sin embargo, la respuesta gubernamental ha sido la evasión sistemática de soluciones estructurales y el abandono de sectores vitales como el agroalimentario y el desarrollo rural, así como soluciones efectivas a los muchos problemas que enfrentan los costarricenses en las zonas costeras. En lugar de promover el diálogo y la búsqueda de consensos, se multiplica un lenguaje de enfrentamiento que socava nuestra tradición de paz y respeto mutuo”, aseguró.
El secretario del PLN insistió en que “a la luz de estas manifestaciones, es legítimo cuestionar si el presidente de la República posee la capacidad cognitiva e intelectual para liderar con sensatez y responsabilidad. Su discurso y las compañías que fomenta evocan los episodios más oscuros de la historia latinoamericana, aquellos en los que la violencia y la intimidación fueron instrumentos de poder”.
“La patria merece un liderazgo que honre su tradición pacífica y su vocación democrática, no uno que flirtee con los fantasmas de la confrontación y el desasosiego”, concluyó.